Da la sensación a veces que queda lejos el tiempo en el que el equilibrio entre los macronutrientes de la dieta era una ‘regla de oro’. En aquel momento, en los países desarrollados dábamos por hecho que las grasas debían aportar el 30 o 35% de todas las Kcal de la dieta, los carbohidratos el 50% y las proteínas el 15% siempre teniendo en cuenta que su calidad biológica era óptima.
Pero en los últimos años hay una amplia corriente de opinión que prácticamente desprecia esta norma y se centra más en el análisis ‘con lupa’ de la ingesta de los diferentes tipos de alimentos y de nutrientes (de los ácidos grasos, los carbohidratos, etc.). Al respecto, ya habrán visto la actualidad que tienen en los medios de comunicación las dietas paleolíticas, sin gluten, veganas y otras muchas, casi siempre poniendo todo el peso en la bondad o la maldad del azúcar y/o de las grasas saturadas. Siempre olvidando que hay al menos tres patas en este banco de la correcta nutrición y que las proteínas no son precisamente la menos importante de ellas.
..Dr. Jesús Román Martínez Álvarez. Director médico-científico de Nutrición
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