Humanismo médico, formación paciente y voluntad política: tridente de la medicina centrada en las personas

Decisiones compartidas médico-paciente, un mayor humanismo de los profesionales de la salud, una mejor formación de los enfermos y voluntad política de los gestores. Estas son cuatro claves primordiales para una Medicina centrada en el paciente, o en las personas, que vaya más allá de la tecnología y la ciencia.

Este enfoque resume el debate celebrado en la Agencia EFE, en una mesa redonda que ha contado con la colaboración de la Fundación Lilly, donde se ha analizado la “Medicina centrada en el Paciente”, con el objetivo de encontrar un punto de equilibrio entre la ciencia, el arte médico y el humanismo.

En el debate han participado los siguientes expertos:

  • Dr Julio Zarco, ex director general de Coordinación de la Atención al Ciudadano y Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid y profesor de Medicina
  • Dra Isabel Belinchón, dermatóloga del hospital General de Alicante
  • Óscar Prieto, presidente de la Asociación de Afectados por Tumores Cerebrales de España (ASATE)
  • Dr José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly.

Frases que sintetizan el debate

  • Hay que mirar más al paciente a los ojos” (Óscar Prieto)
  • El mejor medicamento es el médico” (Dr. Julio Zarco)
  • La llamada medicina personalizada es probablemente la más despersonalizada” (Dr. José Antonio Sacristán)
  • El paciente necesita confianza e información” (Dra. Isabel Belinchón)

En defensa de la recuperación del humanismo en la medicina
Todos los ponentes han coincidido en la defensa y reivindicación del humanismo en el trato al paciente como vector esencial de una medicina, más que centrada en los pacientes, centrada en las personas, como ha dicho Zarco.
El Dr Zarco ha definido de qué hablamos al analizar la medicina centrada en el paciente o en las personas: “Se ha avanzado en tecnología, innovación y ciencia, frente a un menor énfasis en aspectos que son tan importantes como los genes o las moléculas. Esto es, el mundo de los afectos, el contexto social y afectivo, la ética, la antropología, lo cultural, en definitiva, el humanismo”.

Somos personas, no pacientes -ha remarcado Prieto-. No solo queremos cuidados estrictamente médicos y tratamientos, también saber cómo la enfermedad afectará a nuestras vidas, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra psicología. La atención médica se hace muchas veces sin mirar a los ojos”.

La doctora Belinchón se muestra de acuerdo con esta reflexión, pero pide más tiempo en las consultas para mirar tanto las historias clínicas en el ordenador como los ojos del paciente. “Es cierto que miramos el monitor y necesitamos también mirar al paciente”, ha subrayado.

Relación médico-paciente

La formación del paciente y su compromiso con el cuidado de su enfermedad es apoyada por los cuatro expertos; el doctor Sacristán pone el acento en la formación humanista del médico: “El paciente informado es clave, pero la educación y formación del médico es muy importante” y menciona, entre otros aspectos, talento psicológico, empatía o habilidad al comunicar malas noticias.

Zarco plantea superar el paternalismo médico y apuesta por la capacidad del paciente de tomar sus propias decisiones, dialogando, consensuando y deliberando con el médico, un enfoque respaldado por todos los intervinientes en el debate; el doctor Sacristán habla de “decisiones compartidas” médico-paciente.

El papel de las asociaciones de pacientes en este punto de la discusión cobra importancia.

Óscar Prieto tiene claro que el reto para ellos es formar al paciente para que tenga fluidez y conocimientos en su relación con el médico.


Isabel Belinchón afirma que el paciente pide dos cosas: confianza e información, y en esa línea hay que trabajar e insistir, y añade: “veo surgir asociaciones de pacientes, muy potentes, que denuncian, reivindican, recorren las ciudades y mueven las conciencias”.

Voluntad política de las autoridades sanitarias
Julio Zarco introduce otro aspecto en el debate:la implicación y el compromiso desde la responsabilidad de los políticos y las autoridades sanitarias para avanzar en una medicina centrada en el paciente.

Tiene que haber voluntad política real de que el ciudadano forme parte de las estructuras, dinámicas y gestión de las organizaciones”, plantea, al tiempo que pide liderazgo en los gestores de la sanidad, los propios profesionales de la salud y los dirigentes de las asociaciones de pacientes.

En el ámbito político, todos los asistentes al debate muestran su preocupación por el riesgo de desigualdad y falta de equidad entre Comunidades Autónomas en la prestación de asistencia sanitaria.

En el curso de la mesa redonda, otras dos conclusiones se abren paso por consenso: la importancia de la enfermería en un medicina centrada en el paciente, y también de los psicólogos y los trabajadores sociales; y el concepto de profesionales sociosanitarios, más allá de lo puramente médico.

El reto de la medicina centrada en el paciente es entender que la medicina va más allá de los genes; y debe tener en cuenta las preferencias, valores y objetivos de los pacientes”, sintetiza el doctor Sacristán.

..Javier Tovar/Daniel Mozas.Fotos Javier Liaño. EFE Salud

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