Piden difundir avances científicos con rigor por las redes sociales para evitar bulos “enmascarados” de información

La difusión de avances científicos “han corrido como la pólvora” con las redes sociales, pero el rigor y contrastar la información para evitar bulos y falsedades “enmascarados” de información científica es más que necesario. Y es que así lo han puesto de manifiesto los expertos asistentes a la XII Jornada MEDES ‘La ciencia compartida en español’ organizada recientemente por la Fundación Lilly en El Escorial (Madrid).

Al respecto el doctor Rafael Dal Re, del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-UAM, recordó que gracias a las redes sociales “la ciencia, sea de máxima calidad o pseudociencia” y es que “llega al ciudadano que, muchas veces, ignora no solo la fiabilidad de lo que lee sino su origen”. “Es, por tanto”, prosigue, “un campo abonado para la fabulación, la exageración y la distorsión y, por tanto, para el fraude”.

Los entornos digitales deban ser los primeros que garanticen la visibilidad “con el rigor científico”

Los entornos digitales deban ser los primeros que garanticen esa visibilidad “con el rigor científico”, afirma el codirector de la plataforma de formación online Continuum de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Javier González de Dios.
Para el profesor Elías Sanz, catedrático en Biblioeconomía y documentación de la Universidad Carlos III de Madrid, una cuestión muy a tener en cuenta pasa por que los grandes buscadores y las empresas de redes sociales tengan filtros tecnológicos y profesionales “que aseguren que la información que circule por la Red esté contrastada y sea cierta”.

Bulos enmascarados de información científica pueden ser muy contraproducentes

Hay bulos y falsedades enmascarados de información científica que pueden resultar muy contraproducentes”, según este catedrático, de ahí la necesidad de que los ciudadanos aprendan también a “fiarse” de los profesionales sanitarios ya que “tienen la responsabilidad de estar actualizados en sus áreas de conocimiento a través de diversas fuentes”, apunta Dal Re.

Entre los retos para el futuro, los expertos han confiado en que los investigadores integren el entorno digital en su trabajo, evitando recelos, desconfianza y el temor al plagio, al tiempo que agencias financiadoras y políticas institucionales aseguren la eficacia y seguridad en la gestión de la e-Ciencia compartida. Sí, seguridad, y es que como destaca el doctor Dal Re, la e-Ciencia y las revistas médicas pueden optar por incluir información “tramposa” a la hora de decantarse por las artículos más llamativos y, al mismo tiempo, pueden omitir los resultados negativos, lo que se conoce como “sesgo de publicación de resultados”.
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