España, líder mundial en donación y trasplantes, encabeza también la lucha contra el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes ante la comunidad internacional. Nuestro país ha presentado ante la ONU un proyecto de Resolución para hacer efectiva en todo el mundo la lucha contra esta lacra. La Asamblea General de la ONU deberá votar y aprobar en su caso este proyecto, en el que han estado trabajando conjuntamente la Dirección General de Naciones Unidas y Derechos Humanos y la Misión Permanente de España ante Naciones Unidas, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, el Ministerio de Justicia y la Organización Nacional de Trasplantes, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
La directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, ha participado en una reunión abierta en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, organizada por España con el copatrocinio de Guatemala, Sudáfrica y Tailandia, en la que se han analizado posibles soluciones El encuentro, que ha estado moderado por el embajador de la representación española permanente ante Naciones Unidas, Román Oyarzun, también ha contado con la participación del director del programa de trasplantes de la OMS, José Ramón Nuñez y el ex presidente de la Sociedad Internacional de Trasplantes (TTS), Francis Delmonico.
Domínguez-Gil ha abogado por trabajar para lograr la autosuficiencia, extendiendo el modelo español de trasplantes al mayor número posible de países, como un ejemplo a seguir para evitar tanto el tráfico de órganos como el turismo de trasplantes. “El año pasado, España amplió aún más la diferencia que ya teníamos con otros países, al alcanzar los 43,4 donantes p.m.p y realizar más de 100 trasplantes por millón de población. Tenemos una tasa de donación que duplica ampliamente la de la Unión Europea (20,8 donantes p.m.p) y superan en más de 15 puntos la tasa media de Estados Unidos (28 donantes p.m.p)” ha explicado la directora de la ONT.
“Estos datos nos permiten afirmar que los ciudadanos españoles son los que más posibilidades tienen en el mundo de acceder a un trasplante cuando lo necesitan. Es evidente que cuanto mayor es la posibilidad de recibir un trasplante, más se reduce la necesidad de recurrir al turismo de trasplante o al tráfico de órganos ha añadido Beatriz Domínguez- Gil.
En su intervención, la directora de la ONT también ha hablado de los filtros y controles del sistema español de trasplantes que garantizan el altruismo, la voluntariedad y los principios éticos en la donación de vivo.
Turismo de trasplantes
Según la OMS, el 10% de todos los trasplantes en el mundo se realizan bajo alguna forma de comercialización, en su mayoría en forma de turismo de trasplantes. Los pacientes que viven en países con insuficiencia de órganos viajan en busca de un trasplante a otros lugares donde la legislación contra la compra-venta de órganos es inexistente o tiene grandes lagunas. Estos donantes vivos, generalmente de países en vías de desarrollo y a menudo víctimas de explotación y coerción, son la fuente más frecuente de órganos para los turistas trasplantados.
El último informe del Observatorio Mundial de Trasplantes, que gestiona la ONT en España por designación de la OMS, estima en torno a 35.000 los trasplantes de riñón de donante vivo efectuados en todo el mundo, lo que eleva a 3.500 las posibles intervenciones renales realizadas bajo alguna forma de comercialización.
El Convenio de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional incluye un Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños. Este texto constituye un hito histórico en la lucha contra la trata de personas con fines de extracción de órganos. Sin embargo, se necesitan con urgencia medidas adicionales para prevenir, combatir y proteger eficazmente a las víctimas de este delito, y del tráfico de órganos humanos.
En este sentido, la propuesta española apuesta por la adopción de medidas legislativas adicionales encaminadas a prevenir y combatir este tipo de delitos, proteger a las víctimas y establecer una adecuada reparación por parte de los perpetradores, así como la participación de profesionales de la salud en la identificación y denuncia de delitos sospechosos o confirmados.