Los pacientes son los dueños de sus datos personales, incluidos los de salud. Las organizaciones, hospitales o centros de salud los tienen simplemente si el paciente se lo permite.
Los datos de salud son especialmente valiosos, y de hecho, en Estados Unidos ya hay programas de recogida masiva de información de salud a cambio de recompensas de diferentes tipos. La explotación comercial de información sanitaria se considera un nuevo mercado en auge que puede reportar beneficios económicos.
El correcto análisis y explotación de los datos proporciona un conocimiento importante si se explota convenientemente. Las propuestas comerciales relacionadas con la salud, higiene, bienestar, nutrición, enfermedades… permiten una variedad enorme de usos y aplicaciones. Detectada la necesidad del “cliente”, el proceso de venta será “infinitamente” más fácil.
Muchos sistemas y dirigentes sanitarios consideran la información de los pacientes como algo propio y ejercen el control de los datos sin considerar la voluntad de los pacientes.
Los datos sanitarios son considerados un “mercado sin explotar” y objeto de deseo. Sin embargo si es utilizado convenientemente el paciente podrá recibir “exclusivas ofertas personalizadas”, es decir, menos SPAM y más.
Para mejora de la investigación clínica
Sin embargo, proyectos como VISC+, desestimado finalmente, necesitan poder asimilar una enorme cantidad de datos de monitorización de pacientes, historias clínicas, tratamientos, etc para estructurarlos y ser fuente de información para ensayos clínicos que mejoren soluciones. De hecho BigData en sanidad se utiliza para predecir, prevenir y personalizar enfermedades para beneficio de pacientes afectados.