Vicente Matas: “En Atención Primaria el tiempo es fundamental para una atención de calidad”

El Dr. Vicente Matas es el Vocal Nacional de Atención Primaria Urbana. Su profundo conocimiento de la Atención Primaria le permite hacer un “diagnóstico” objetivo y conciso. Para él es fundamental que los pacientes conozcan la situación para que se busquen soluciones porque la calidad asistencial sí se está viendo alterada con la masificación, las dobles consultas y las jornadas interminables. Ha atendido a iSanidad. Lo mejor de la Sanidad para explicar su punto de vista, incluso e cara al periodo estival, siempre tan complicado.

La carga de trabajo la sufren los propios profesionales y los pacientes, ¿cuánto influye en la calidad asistencial?
Buena pregunta, sin duda habría que estudiarlo y creo que se está realizando algún estudio sobre el tema, será muy interesante conocer los resultados. Sin duda cuando un médico se ve obligado a atender a 40, 50 o incluso más pacientes en el mismo tiempo en el que, lo razonable sería atender un máximo de 30 o 35, el tiempo que les puede dedicar a cada uno de ellos es menor y en Atención Primaria el tiempo es fundamental para una atención de calidad.
El paciente quiere ser escuchado y el médico necesita tiempo para escuchar, preguntar, explorar, diagnosticar y tratar. No obstante nuestros médicos de AP hacen un esfuerzo extraordinario para poder dedicar la atención necesaria a cada paciente, para evitar errores y que no se resienta la calidad asistencial, en muchas ocasiones a costa de no poder parar unos minutos para desayunar, prolongar el tiempo de consulta o incluso posponer tareas administrativas… hay un problema y es que estas excesivas cargas de trabajo en ocasiones, debido al estrés psico-físico que ocasionan al médico, provocan alteraciones en su salud y ha llegado en algún caso a provocar infarto.

”El médico necesita tiempo para escuchar, preguntar, explorar, diagnosticar y tratar”

Falta de sustituciones, consultas masificadas, demoras excesivas…. ¿Qué hace falta para que la AP tenga más recursos?
Pues lo que hace falta es que se las Administraciones dediquen a Atención Primaria unos presupuestos adecuados, la crisis por desgracia, ha afectado mucho a la inversión en sanidad pública y muy especialmente a Atención Primaria, hasta tal punto que mientras que los recortes totales en gasto público en España entre los años 2010 y 2014 rondaba el 6% (unos 25.000 millones de euros), en inversión sanitaria pública el recorte fue de del 10,7% (7.453 millones de euros) y en Atención Primaria fue del 14,7% (1.551 millones de euros).

En el año 2015 según datos del Ministerio, se ha recuperado algo la inversión en el SNS pero de nuevo Primaria ha perdido participación, pasando del 14,6% en el año 2014 al 14,2% en el año 2015 del importe invertido en el sistema sanitario público. Este no es el camino para solucionar los problemas de primaria y si no solucionamos los problemas en primaria todo el SNS tendrá graves problemas.

Si no solucionamos los problemas en primaria todo el SNS tendrá graves problemas

Primaria necesita recuperar participación, al menos hasta llegar a que su peso en los presupuestos suponga más del 20% como sucedía en los años ochenta, recordar que hemos pasado del 20,9% del año 1980 al escaso 14,2% de 2015 y con una cartera de servicios y una demanda mucho mayor.
Se necesitan más médicos en AP, como mínimo unos 2.500 para reforzar todos los centros, que son muchísimos en los que los cupos están masificados, las cargas de trabajo son insoportables y las demoras en las citas de varios días. En estas condiciones, si además no se contratan sustitutos, bien porque no hay presupuestos o cada vez más porque no hay médicos que acepten esos contratos precarios que les ofrecen, cuando llega el verano las condiciones para médicos y pacientes son muy penosas. La solución pasa por plantillas suficientes, con contratos estables… no podemos esperar que existan 15.000 médicos parados todos el año para que trabajen dos o tres meses en verano, porque se nos marchan a países de nuestro entorno donde les ofrecen muy buenas condiciones para ejercer la profesión, continuidad y estabilidad en el empleo.

Se necesitan más médicos en AP, como mínimo unos 2.500

La contratación de esos 2.500 médicos sería una medida que supondría unos 125 millones de euros anuales y sin duda supondrían una mejora en la eficiencia y una buena parte del importante incluso podría ahorrarse con un menor uso de las urgencias tanto de primaria como hospitalarias al desaparecer o ser mínimas las demoras y tener los médicos más tiempo para dedicar al paciente.

A pesar de la precariedad laboral, de la falta de investigación, de las agresiones o de la soledad, el sistema sigue funcionando, pero ¿necesita cambios la AP o una profunda reestructuración en el SNS?
El modelo necesita cambios, en primer lugar se necesita dar más protagonismo a los profesionales y especialmente a los médicos, permitirles gestionar sus agendas, coordinarse con el hospital de profesional a profesional, permitirles solicitar todas las pruebas que necesiten y en un tiempo prudencial, apoyarles con personal auxiliar en las consultas (como en los hospitales)… pero todo esto precisa en primer lugar de un presupuesto y unas plantillas suficientes que permitan disminuir la carga de trabajo y aumentar el tiempo por paciente. Con el envejecimiento de la población y el consiguiente incremento de la cronicidad se necesita más tiempo, entre otras cosas para poder acudir al domicilio del paciente siempre que sea necesario. El abordaje de la cronicidad debe hacerse potenciando primaria, es lo más eficiente, en coordinación con el hospital por supuesto, pero siempre que sea posible el paciente debe estar en su casa, es lo mejor para el sistema y para el paciente.

¿Cómo podría apoyarse la AP más en la farmacia para liberar recursos?
La farmacia en España cumple con su función que es dispensar la medicación prescrita por los médicos, vender medicación no sujeta a receta para automedicación, informar sobre el uso del medicamento, colaborar en la educación sanitaria… pero en las farmacias no se puede diagnosticar ni prescribir, que es función del médico.

”En las farmacias no se puede diagnosticar ni prescribir, que es función del médico”

El control de crónicos lo debe seguir haciendo el equipo de Atención Primaria y las vacunas deben seguir administrándose, como hasta ahora, en los centros de primaria, son programas de salud pública que son perfectamente cumplimentados por enfermería que para hacerlo disponen de tiempo suficiente, gracias a que generalmente las cargas de trabajo de estos profesionales son menores que las de los médicos.
La forma en que se podrían liberar recursos, mediante el ahorro, sería con servicios públicos de farmacia en los grandes centros de salud, como ocurre en los hospitales, ya existen farmacéuticos de AP, pero no servicios de farmacia.

En España tenemos un sistema público de salud en el que la dispensación de medicamentos, mediante recetas, es un servicio totalmente privatizado. Se realiza en establecimientos privados con ánimo de lucro, (como cualquier empresa privada) y que pueden heredarse o venderse la licencia por precios a veces desorbitados. Quizás se deberían estudiar posibles cambios en el modelo, para que nuestra sanidad fuese más pública y universal.

”En España tenemos un sistema público de salud en el que la dispensación de medicamentos, mediante recetas, es un servicio totalmente privatizado”

Sin duda que los ciudadanos y los medios de comunicación conozcan la realidad siempre ayuda a buscar soluciones, sobre todo cuando los gestores no reconocen esa realidad que le transmiten a diario los profesionales, es más aunque se ponga de manifiesto en los medios, hay gestores muy identificados con el color político del gobierno correspondiente que continúan en negando la realidad. Necesitamos gestores más profesionales y menos políticos.

”Necesitamos gestores más profesionales y menos políticos”

Por otro lado no podemos olvidar que el Código Deontológico obliga al médico que presta su servicio en el Sistema Nacional de Salud, a velar y contribuir para que en él se den los requisitos de calidad, suficiencia y cumplimiento de los principios éticos. El médico pondrá en conocimiento de la dirección del centro, el colegio y las autoridades sanitarias, las deficiencias, que perjudiquen la correcta asistencia y en caso de no corregirse puede hacerlo a otros medios.

¿Es sostenible un sistema que no prevea jubilaciones y contrataciones?
Desde hace tiempo venimos advirtiendo de la necesidad de tener previstas la necesidades de profesionales para reemplazar las muchas jubilaciones que ya se están produciendo y las muchas que se producirán en los próximos diez-quince años, pero con la crisis se ha actuado al revés, se han reducido de forma importante las plazas convocadas en el MIR, se ha pasado de 6.934 plazas convocadas en la convocatoria 2009/2010 a 6.095 en la convocatoria 2015-2016, con un recorte de 839 plazas (el 12%) y el leve incremento de la última convocatoria hasta las 6.325 plazas es manifiestamente insuficiente, hasta tal punto que ya no garantiza una plaza a todos los egresados de las facultades.

Lejos de España se ofrecen a los médicos mejores condiciones y estabilidad

Pero además en muchos centros no se cubren las jubilaciones mediante interinidades, que es la forma legal, como muy bien ya ha advertido la justicia europea. En muchas ocasiones no se cubren o bien se han hecho contratos precarios, por semana, meses, a tiempo parcial… en condiciones tan poco atractivas que nuestros jóvenes médicos especialistas, en muchos casos (más de 15.000 en los últimos años y 1.540 en el último semestre) prefieren solicitar su certificado de idoneidad a la OMC para marchar lejos de España, donde se les ofrecen mejores condiciones y estabilidad. Es muy triste pero es la realidad.

¿Cómo puede un sistema colapsado afrontar la carga del verano, especialmente en lugares de vacaciones?
Pues con muchas dificultades, son los propios médicos de los equipos, que ya están con cupos excesivos y cargas de trabajo desmesuradas lo que tienen que acumular y hacerse cargo de los pacientes de los compañeros ausentes y cuando llegan a tener agendas de 50 o más se ven obligados a demorar las citas no urgentes, en muchas ocasiones durante varios días e incluso más de una semana.
Estas demoras ocasionan intranquilidad en los pacientes y en muchas ocasiones se utilizan los servicios de urgencias tanto de primaria como de hospital para recibir asistencia médica a su problema de salud, que para el paciente, que no es experto lo interpreta como una urgencia, aunque en realidad pueda ser una situación no urgente, este uso inadecuado provoca al final un importante coste al sistema sanitario, que se podría evitar con plantillas de médicos adecuadas.

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