Inversión y voluntad política para alcanzar la cobertura sanitaria universal

Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible sanitarios en beneficio del 75% de la población mundial requeriría una inversión adicional de hasta 371.000 millones de dólares al año para 2030, pero, por encima de la cifra, sobre todo voluntad política, y es que así lo considera la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un estudio publicado esta semana en la revista The Lancet Global Health la OMS estima los costes y beneficios de avanzar hacia la cobertura sanitaria universal en 67 países de renta media o baja, lo que impli-caría emplear a más trabajadores, construir nuevos hospitales y comprar equipamiento médico, principalmente.

En concreto, para alcanzar por completo las metas sanitarias asociadas a 16 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sería necesario que los Gobiernos invirtieran desde 134.000 hasta 371.000 millones de dólares más al año para 2030, o 58 dólares por persona, decisión que no se limita exclusivamente a las finanzas. Y es que como afirma el recientemente nombrado director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, “la cobertura sanitaria universal es, en última instancia, una decisión política. Es la responsabilidad de cada país y gobierno nacional conseguirla”.

Inversión ambiciosa que evitaría 97 millones de muertes prematuras

Ambicioso”, como así califica este supuesto de inversión la OMS, los 67 países objeto del estudio contratarían a más de 23 millones de trabajadores sanitarios y construirían 415.000 nuevos centros, en su gran mayoría de Atención Primaria.

Los investigadores consideran que la inversión podría evitar hasta 97 millones de muertes prematuras, entre ellas las de 50 millones de niños que nacen sin vida o no llegan a los cinco años, y las de 20 millones de personas que sucumben a enfermedades no contagiosas, como diabetes, cáncer o trastornos cardiovasculares.

La esperanza de vida se alargaría entre 3,1 y 8,4 años

Esa inversión y por ende evitar esa cantidad de muertes prematuras, la esperanza de vida para la población de los 67 países, que representa el 75% del planeta, experimentaría una mejora considerable, alargándose entre 3,1 y 8,4 años.

Las inversiones en este supuesto significarían, además, un aumento en la proporción media del gasto sanitario respecto a su producto interior bruto (PIB), y es que pasaría desde 5,6% hasta 7,5%. No obstante, la cifra todavía está por detrás de la media glo-bal, que se sitúa en 9,9% del PIB.

El estudio señala que el 85% de los costes de esta hipótesis se pueden asumir con re-cursos domésticos, aunque casi la mitad de los países, 32 de los más pobres del mun-do, aún necesitaría ayuda externa para afrontar una brecha de 54.000 millones.

Un segundo supuesto menos exigente

En el caso de que que los Gobiernos no invirtieran desde 134.000 hasta 371.000 millo-nes de dólares más al año para 2030, o 58 dólares por persona, la OMS hace estima-ciones para un segundo supuesto menos exigente, o de “progreso”, en el que los 67 países lograrían al menos dos tercios de las metas en materia de sanidad que derivan de los 16 ODS de Naciones Unidas escogidos.

En este caso, los países deberían hacer inversiones adicionales de 104.000 hasta 274.000 millones de dólares al año, o 41 dólares por persona, para el año 2030.

Evidentemente, a menor inversión, este “progreso” alcanzaría cifras más bajas, y es que se evitarían 71 millones de muertes, el gasto sanitario en proporción al PIB se in-crementaría hasta el 6,5 % de media, 14 millones de trabajadores se incorporarían al sistema y 378.000 nuevas instalaciones abrirían sus puertas.

La OMS, que planea actualizar estas estimaciones cada cinco años, con ‘El precio sani-tario de los ODS’, que así se llama el estudio, pretende ser una “herramienta para im-pulsar más investigaciones” y destaca que lograr una cobertura sanitaria universal “requiere no solo financiación, sino voluntad política y respeto por los derechos humanos”, concluye.
..Redacción

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