Luis de Palacio: Sería un beneficio para el paciente aprovechar el despliegue territorial de la farmacia

Luis de Palacio es farmacéutico, de familia de farmacéuticos, además es abogado y tiene una larga experiencia en tareas de representación de la farmacia. Actualmente es el Secretario General de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), y miembro del Comité Científico del Obervatorio de la Adherencia (OAT). Desde su perspectiva la Oficina de Farmacia forma parte del sistema y es una opción que hay que explorar para ayudar a un sistema de Atención Primaria muy “congestionado”. Ha atendido a iSanidad. Lo mejor de la Sanidad para explicar lo que el sector farmacéutico puede aportar, por formación, experiencia y distribución.

Atención Primaria está muy “congestionada”, ¿en qué puede ayudar la oficina de farmacia a “desatascar” el sistema?
La oficina de farmacia en España es hoy el principal desatascador de Atención Primaria, aunque con unas facultades limitadas al consejo farmacéutico, que hacen que muchos todavía no la consideran parte de la Atención Primaria. Si no hubiera tantas farmacias de proximidad al ciudadano, la Atención Primaria estaría atrancada hoy.
Si hubiera voluntad de aprovechar el actual despliegue territorial de las farmacias, como posibles centros de nuevos servicios, los principales beneficiados serían la población y la Administración por la limitada inversión que supone en medios nuevos a amortizar, ya que el esfuerzo se dirige sólo a las prestaciones de servicios por los profesionales que sean pertinentes.

Aprovechar el despliegue territorial de la Farmacia sería un beneficio para los pacientes

¿Cuánta carga asistencial liberaría el farmacéutico al personal de Primaria (médico, enfermería…) si dispusiese de la Historia Clínica?
El farmacéutico en su farmacia podría complementar la información tantas veces incompleta de los pacientes. Es el profesional que mejor conoce al paciente que es vecino de la farmacia. Sus hábitos, consumos de medicación, hasta percepciones fundadas de su situación socioeconómica, son compartidas en la botica. Sus medidas antropométricas, tensión, pulso, son habitualmente tomadas hoy en día. Incluso sencillos análisis de sangre para medir coagulación, colesterol, transaminasas, que hacemos en el acto. En País Vasco ya se hacen cribados de cancer o de sida, y en otros países se vacuna en las farmacias, sin menoscabo de ninguna profesión sanitaria o sistema sanitario, la verdad. Entiendo que al médico de Atención Primaria le interesa disponer de la mayor información sanitaria posible al tratar con su paciente, y debe saber la oportunidad que supone para él que la farmacia le ayude.

El farmacéutico es el profesional que mejor conoce al paciente

¿La farmacia está para dispensar o para prescribir?, ¿qué formación tiene el farmacéutico?
La farmacia, el farmacéutico, es el profesional sanitario del ámbito del medicamento. La ley le obliga a dispensar, que no es ni siquiera una opción profesional, una vez comprobada la validez de una receta. Aunque la prescripción queda legalmente prevista para el médico, hoy por hoy, en el origen de las profesiones sanitarias, es cierto que los farmacéuticos eran los prescriptores de drogas a los pacientes. También es cierto que en países de nuestro entorno ya se prevén las figuras del farmacéutico prescriptor, o de revisor de la medicación de pacientes.
En España, tenemos un histórico de consejo farmacéutico, que queda más cerca de la prescripción de un principio activo que del consejo de un vecino entendido en google. Tenemos un problema a la hora de valorar el consejo farmacéutico porque aquí no se cobra aparte, sino que forma parte del valor añadido en el caso de que el paciente al final adquiera un producto. Esto ha originado críticas sobre una orientación puramente mercantilista del consejo. Pero nada más lejos de la realidad, pues, la población de influencia de una farmacia, que no es tonta, si percibe un comportamiento poco profesional rápidamente cambia de farmacéutico, que aquí en España es muy fácil. El consejo muchas veces es ayudar a dirigir al paciente en su periplo sanitario por Atención Primaria, o explicarle el tratamiento que el médico no ha tenido tiempo de hacer (aquí se ha publicado que hay administraciones que prevén un minuto por paciente en Primaria). En el caso de los diabéticos tipo uno que debutan tarde, por ejemplo, el farmacéutico de proximidad que le dispensa las insulanas es el profesional que más dedica a tranquilizarlo, volver a explicar las veces que haga falta su condición, enseñarle pautas de higiene que son tan importantes a la larga como la propia insulina y demás.

Hoy por hoy la prescripción está prevista para el médico aunque en el origen de las profesiones sanitarias los farmacéuticos eran los prescriptores de drogas

La formación mínima de un farmacéutico son los cinco años de carrera universitaria, que es la más prolija de las demás carreras sanitarias en química orgánica e inorgánica, síntesis química, toxicología, bioquímica, dos años de galénica y de farmacología. Además, estudia botánica, microbiología y parasitología, farmacognosia, técnicas instrumentales, biología molecular y genética, fisiología, histología anatomía y fisiopatología humanas, bromatología y nutrición en asignaturas anuales, amén de otras muchas variantes según la orientación profesional de la carrera en investigación o asistencial. Las asignaturas incorporan prácticas de campo o de laboratorio, y el farmacéutico sale conociendo el método científico, la elaboración, administración, absorción y eliminación de los medicamentos en el humano como ningún otro. Me parece fantástico que cada profesión sanitaria busque crecer en competencias y formación, como hace especialmente la enfermería al reclamar la prescripción enfermera y lograr que sus estudios sean carrera universitaria y su profesión cada vez sea más capaz. En la farmacia hay conocimiento y capacidad sobrada a disposición de la población para lo que se quiera.

¿Por qué puede ser el farmacéutico un factor importante en la adherencia al tratamiento?
Por ser el sanitario con mayor acceso personal al paciente. Las TIC y los datos serán una herramienta fundamental, por extensa y barata, pero el factor humano será siempre necesario, el problema de la falta de adherencia al tratamiento es de abordaje claramente multidisciplinar. Aquí se trata de juzgar y detectar en primer lugar la calidad de cumplimiento de pautas previamente establecidas, y eso lo puede hacer desde un cuidador, un entrenador o un familiar, hasta el médico de mayor prestigio. El farmacéutico por sus características de primer contacto sanitario con el paciente muchas veces, es un actor necesario más.

El problema de la falta de adherencia al tratamiento es de abordaje claramente multidisciplinar

¿Cómo puede mejorar la farmacia su valoración en el SNS?
Incidiendo en una constante actualización de contenidos en las universidades, y en la mejora de la formación continuada durante el ejercicio profesional, orientada a las necesidades de la sociedad. Con una actuación general de la farmacia de la mayor calidad posible. Pero frente al desconocimiento de la farmacia que demuestran políticos y hasta otros sanitarios que luego van a tener cargos de responsabilidad, igual hay que plantearse una estrategia de comunicación mejorada de lo que es y puede ser la farmacia, un establecimiento privado sanitario de interés público.
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