Cada vez son más frecuentes las aplicaciones médicas de inteligencia artificial (IA) y el beneficio que pueden aportar para el diagnóstico de patologías. La última es la que investigadores de la Universidad de Waterloo y el Instituto de Investigación Sunnybrook en Toronto (Canadá) están trabajando y podría mejorar la detección precoz del cáncer de piel.
Esta nueva técnica basada en la inteligencia artificial y que fue presentada recientemente durante la 14 Conferencia Internacional sobre Análisis y Reconocimiento de Imágenes celebrada en Montreal (Canadá), emplea un software de aprendizaje automático para analizar imágenes de lesiones cutáneas y proporcionar a los médicos datos objetivos sobre biomarcadores reveladores de estos tumores que, sí son detectados tardíamente, pueden resultar mortales, pero fáciles de tratar sí son diagnosticados en estadios precoces.
Las biopsias que no son necesarias pueden reducirse y facilitar la toma de decisiones para el abordaje del cáncer de piel
Los creadores de esta tecnología consideran que el número de biopsias que no son necesarias se podrían reducir. El sistema que, ha sido probado con decenas de miles de imágenes de la piel y sus correspondientes niveles de eumelanina (compuesto encargado de dar color a la piel), y hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos) aporta a los médicos información objetiva sobre las características de la lesión para ayudarles a descartar el melanoma antes de iniciar una actuación más invasiva.
“Podría ser una herramienta muy poderosa para tomar decisiones cara al abordaje del cáncer de piel”, afirma Alexander Wong, profesor de Ingeniería de Diseño de Sistemas que ha participado en su diseño y que confía en que pueda estar ya disponible en el próximo año.
Actualmente los dermatólogos para decidir si los pacientes deben someterse a una biopsia que confirme el diagnóstico de la patología, en la gran parte de los casos dependen de exámenes visuales de lesiones cutáneas, manchas o lunares, que son totalmente subjetivos.
“Hasta ahora puede haber un enorme retraso antes de que los médicos lleguen a averiguar qué le pasa a sus pacientes”, reconoce Wong, convencido de poder “acortar” ese proceso.
Sin embargo, este sistema favorece el diagnóstico basándose en información consistente y cuantitativa sobre los cambios que se pueden producir tanto en la concentración y distribución de eumelanina o la hemoglobina.
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Sin embargo, este sistema favorece el diagnóstico basándose en información consistente y cuantitativa sobre los cambios que se pueden producir tanto en la concentración y distribución de eumelanina o la hemoglobina.
