No todos los trastornos de la memoria son Alzheimer  

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El responsable de Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el Dr. Alberto Freire, recuerda que, aunque en el 95% de los casos el síntoma inicial del Alzheimer es un trastorno de la memoria, “no todos los trastornos de la memoria son enfermedad de Alzheimer”. Lo que diferencia a la enfermedad de Alzheimer y las demencias, de un envejecimiento normal, es la afectación de las actividades de la vida diaria.

Aprovechando la celebración del Día Mundial del Alzheimer señala que cualquier queja de fallos en la memoria de una persona mayor 65 años “debe ser estudiada con detenimiento” para poder diferenciar los cambios de la memoria que están asociados al envejecimiento normal o fisiológico de los que podrían ser deterioro cognitivo leve, que es “un estado transicional entre el envejecimiento normal y la demencia leve”.

Lo que diferencia a la enfermedad de Alzheimer y las demencias es su afectación de las actividades de la vida diaria

Las personas con un envejecimiento normal pueden tener déficits leves debido a que “la velocidad del proceso mental y memoria para los mismos disminuyen con la edad”. Si se realiza un seguimiento a lo largo de los años de las personas con un envejecimiento normal, “vemos que estos pacientes muestran escasos cambios y que estos no llegan a suponer un deterioro funcional”.

En este sentido, el deterioro cognitivo leve (DCL) es la “frontera que hay entre un envejecimiento normal y la demencia” y, según el Dr. Freire, “su separación no es nítida”. En el DCL existe una disminución discreta de algunas áreas que no afectan a las actividades de la vida diaria como, por ejemplo, hacer compras, manejo de dinero, conducir, vestirse, higiene personal, comer sin ayuda, etc. Por tanto, no producen incapacidad social o laboral.

Las personas con un envejecimiento normal pueden tener déficits leves de memoria debido a que “la velocidad del proceso mental y memoria disminuyen con la edad”

Precisamente, “ésta es la diferencia crucial con la enfermedad de Alzheimer y las demencias: la afectación de las actividades de la vida diaria”, afirma el doctor. El médico de familia, por su accesibilidad, proximidad y perspectiva de tratar al paciente a lo largo de su vida, es el idóneo para la detección y manejo inicial de las alteraciones de la memoria.

Test de cribado
En la mayoría de los casos, la instauración discreta de las alteraciones de la memoria hace difícil su distinción del envejecimiento normal, el DCL, la depresión, la baja inteligencia previa o la demencia. Los médicos de Atención Primaria disponen de métodos de cribado rápidos y sencillos que, en pocos minutos, permiten identificar de una manera objetiva a los pacientes con probabilidad de padecer una alteración patológica de la memoria.

El médico de familia, por su accesibilidad, proximidad y perspectiva de tratar al paciente a lo largo de su vida, es el idóneo para la detección y manejo inicial de las alteraciones de la memoria

Entre ellos, se encuentra el Fototest o test de las fotos que utiliza imágenes para eliminar el factor lectura y poder ser administrado a pacientes iletrados. “Su brevedad, facilidad de uso e interpretación por parte del médico de familia, y su buena aceptación por el paciente, lo convierten en uno de los más recomendables y útiles en Atención Primaria, tanto para el cribado de DCL como de la demencia”, en palabras de Freire.

Debido al progresivo envejecimiento poblacional, se espera que cada 20 años se duplique la cantidad de personas con demencia y deterioro cognitivo

Un 5% de las personas mayores de 65 años padecen la enfermedad de Alzheimer. Afecta a 700.000 pacientes en España y a 22 millones de personas en todo el mundo, representando el 50-70% de todas las demencias. Debido al progresivo envejecimiento poblacional, se espera que cada 20 años se duplique la cantidad de personas con demencia y deterioro cognitivo.

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