El sarcoma representa el 15% de todos los cánceres infantiles en España, según informa la Sociedad Española de Oncología y Radioterapia (SEOR) con motivo, ayer de la celebración del Día Nacional del Sarcoma.
La mayor prevalencia de esta enfermedad corresponde al sarcoma óseo, registrándose cada año cerca de 5.000 nuevos casos de este tipo de tumor. Además, SEOR destaca que los sarcomas suponen menos del uno por ciento de todos los cánceres en adultos.
“Son tumores derivados de tejidos mesenquimales, tales como músculos, huesos, tejido graso, vasos, nervios”, explica el jefe de servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Salamanca, Luis Pérez Romasanta. “Se trata de tumores poco frecuentes, por lo que son considerados enfermedades raras, y pueden originarse en cualquier parte del cuerpo, tanto en las extremidades como en el tronco y en la cabeza”, añade.
Los sarcomas pueden afectar tanto a niños como a jóvenes
“Es importante reconocer que los sarcomas pueden afectar a niños y jóvenes”, destaca el especialista.
Respecto al tratamiento, el experto indica que los sarcomas de partes blandas representan unos de los “mejores ejemplos” de la necesidad de contar con equipos multidisciplinares implicados directamente en el tratamiento de estos tumores.
Para determinar la mejor opción curativa de estos cánceres, un adecuado diagnóstico de la extensión del tumor en las pruebas de imagen, proporcionado por el radiólogo, y un diagnóstico histológico del tipo de tumor y sus peculiaridades, aportado por el patólogo son las herramientas fundamentales.
Cuando la cirugía no es posible y el sarcoma puede recrecer la radioterapia es la mejor opción
“Cuando no es posible la cirugía o el tumor tiene riesgo de recrecer por sus características, la radioterapia representa la opción indicada para conseguir y asegurar una óptima respuesta del tumor”. “La quimioterapia tradicional”, detalla Romasanta, “por su parte, ha demostrado poca eficacia en el tratamiento de sarcomas de partes blandas”.
Por últmo, el doctor Romasanta avisa que cualquier bulto que alcance un tamaño de cinco centímetros y que en las últimas semanas haya crecido debe considerarse señal de alarma aunque no duela ni presente otros síntomas, siendo necesario una consulta médica especializada.
Al respecto, señala que “los sarcomas pueden ser superficiales, pero más frecuentemente son profundos por lo que el bulto que ocasiona un sarcoma no se mueve generalmente con la piel”. “Tamaño, crecimiento progresivo y fijación a planos profundos”, han de interpretarse como “tres signos de alama” que “deben despertar en el paciente y en el médico a quien primero se consulte la sospecha de un sarcoma”, concluye.
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