Pequeñas cantidades de alcohol no deterioran la función física en mayores

Un equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERES) y el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, analizó datos de dos grandes cohortes prospectivas de personas mayores de 60 años en España para evaluar la asociación entre los patrones de consumo de alcohol y el riesgo de limitación funcional.

En esta investigación, publicada en “Clinical Nutrition”, mostraron que el consumo regular de pequeñas cantidades de alcohol se asocia a menor riesgo de desarrollar limitaciones en la agilidad y movilidad. Sin embargo, como advierten los autores, estos resultados deben interpretarse con prudencia y en ningún caso pueden utilizarse para promover el consumo de alcohol entre las personas mayores.

El investigador del departamento de Medicina preventiva y Salud Pública de la UAM, coautor Fernando Rodríguez Artalejo, explicó que “los ancianos son muy vulnerables a los efectos nocivos del alcohol. Tienen una reducida capacidad para metabolizarlo, con frecuencia padecen enfermedades que se agravan con su consumo y suelen tomar medicamentos que el que este interacciona”.

Algunos estudios anteriores ya habían encontrado que el consumo de pequeñas cantidades de alcohol se asociaba con menor riesgo de limitaciones funcionales en los adultos mayores. Sin embargo, ninguno se había realizado en países mediterráneos.

La científica Luz León Muñoz, investigadora del departamento de Medicina preventiva y Salud Pública de la UAM y coautora del artículo, indicó que “esto es importante porque en estos países hay un patrón tradicional de consumo de alcohol, caracterizado por una ingesta de pequeñas cantidades con las comidas, preferentemente de vino. Este patrón de consumo mediterráneo (PCM) se ha ido abandonando por los adultos jóvenes pero todavía es frecuente en las personas mayores”.

Los investigadores valoraron previamente el consumo regular de alcohol en personas sin limitación funcional, a quienes posteriormente se les hizo un seguimiento de tres años para comprobar si desarrollaban limitaciones en la agilidad, movilidad y en las actividades de la vida diaria.

La limitación en la agilidad se valoró mediante la dificultad para agacharse o ponerse de rodillas, y en la movilidad por la dificultad para llevar una bolsa de la compra, subir un tramo de escaleras o andar unos pocos cientos de metros.

En el estudio se considera que consumir pequeñas cantidades de alcohol equivale hasta tres copas al día de vino o cerveza, o hasta dos copas de destilados. Esto en cuanto a los hombres. En el caso de las mujeres, dichas cantidades corresponden a una o dos copas de vino o cerveza al día, o hasta una copa de destilados.
..Diego Armando M

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