Dr. José María Ruiz: Son los propios profesionales los que tienen que exigir los protocolos de seguridad del paciente

El Dr. José María Ruiz Ortega es un médico entusiasmado por la seguridad de los pacientes, de hecho, es el presidente de AEGRIS (Asociación Española de Gestión de Riesgos Sanitarios y Seguridad del Paciente). Su experiencia y su conocimiento son un valor para la profesión, que vive un momento en el que la seguridad del paciente empieza a tener un fuerte empuje. Para él el riesgo cero no existe, pero sí se pueden minimizar errores y darle mayor seguridad al paciente. Ha atendido a iSanidad. Lo mejor la Sanidad para explicar qué es “seguridad del paciente”

¿Qué es la seguridad del paciente?, ¿de verdad se pueden reducir errores?
La seguridad del paciente es el intento de minimizar al máximo los riesgos a los que se ve sometido el paciente cuando interacciona con el sistema sanitario. Lo primero que tenemos que hacer, como responsables de la seguridad del paciente, es saber que el riesgo cero no existe y por eso debemos tratar de disminuir ese riesgo cuando el paciente contacta con el sistema sanitario.
No quiero empezar uniendo la seguridad del paciente con errores médicos porque se produce inseguridad del paciente en muchos más casos que cuando se produce un error médico. De eso tenemos ejemplos en España, como que le ha caído el techo de un quirófano al paciente un resbalón o cualquier otra cosa, es decir, los riesgos a los que se somete un paciente van más allá de los propios errores médicos, aunque mediáticamente estos pueden ser uno de los factores más relevantes de cara a los pacientes.
Sin embargo, claro que sí se pueden reducir errores, pero yo siempre parto de la premisa de que siempre habrá accidentes e incidentes pero cuantas más medidas se tomen para la previsión del riesgo, mayor número de errores podremos contener. Hemos crecido mucho en este sentido desde el año 2005.

El riesgo cero no existe en seguridad del paciente

¿La seguridad del paciente es todavía una cualidad diferencial?
El mejor y mayor gestor de riesgos es el propio profesional, estoy hablando de médicos, enfermeras, farmacéuticos, psicólogos, entre otros. Sin duda que esto debería estar incluido en el espíritu de las emociones, en la actividad del propio profesional, lo que pasa es que no lo está, es decir, que tendría que estarlo en un futuro y que estamos trabajando en la formación de los estudiantes de medicina, enfermería, entre otros, para dar nociones sobre seguridad del paciente, pero estamos todavía un poco lejos de conseguirlo. Debe ser una cualidad inherente al profesional, pero en muchos casos es así y en otros, desgraciadamente no.
Esto es así con los profesionales y los centros, porque los centros son un conjunto de profesionales. Naturalmente un incidente causado a un paciente, va a repercutir en
el profesional, siendo el responsable directo y en segundo lugar, en el centro,
porque probablemente el centro tenga que tomar las medidas organizativas necesarias
para que no se vuelva a cometer ese error. Después hay que tener en cuenta la
reputación del propio centro.
Cuando ocurre un siniestro hay tres víctimas, la primera es el paciente, la segunda es el profesional que comete un error con su actuación u omisión y la tercera víctima
es el centro sanitario porque ve comprometida su economía y fundamentalmente su
reputación, que hoy en día es muy importante.

El mejor y mayor gestor de riesgos es el propio profesional

¿La seguridad del paciente comienza por los médicos o por las direcciones de los hospitales o centros de salud?
Hay muchas teorías sobre incidentes y accidentes sanitarios o errores médicos, pero la que más creemos los profesionales, es que detrás de un profesional que se equivoca hay una cadena de fallos latentes en el sistema que conducen a que ese profesional se haya equivocado. Por ejemplo, operamos un menisco y en vez de operar el menisco izquierdo que es el está lesionado, operamos el derecho en la intervención porque el cirujano no es el mismo que el que lo diagnosticó, porque el hospital no tiene protocolizado que hay que marcar con una cruz la noche anterior en la rodilla que hay que operar, porque la enfermera no le preguntó al médico… Detrás de esa pierna operada hay una cadena de errores que son los que tienen que corregir la propia dirección del centro.
Lo fácil es que culpemos al profesional del error, pero lo que no hay que olvidar es que cuando se hace un análisis en profundidad y para eso estamos lo que nos dedicamos a la seguridad del paciente, que hacemos un análisis que denominamos “causa-raíz”, intentando encontrar las causas profundas de ese error, y siempre encontramos una serie de fallos latentes en la propia organización que ayudan a que ese profesional cometa un error determinado.

Lo fácil es que culpar al profesional de los errores

¿Los protocolos existen o se cumplen?
Los protocolos existen y cuando se cumplen funcionan. Los protocolos existen pero no deben ser un documento. Es como los consentimientos informados, que no pueden ser mero papel que se entrega al paciente para que firme sin que haya detrás una
información. En el caso de los protocolos de seguridad es lo mismo. Eso es muy importante en términos de seguridad del paciente porque no vale la mera existencia del protocolo, si este no se cumple.
Es imposible determinar en qué porcentaje estamos, porque hay profesionales que le preocupan porque se cumplan los protocolos y hay otros que están menos informados.
Los protocolos son muy importantes si se cumplen y deben ser adaptables a sus propias necesidades, no copiarlo de otro hospital, porque la enfermedad es la misma, el protocolo puede ser el mismo, pero los recursos que tenemos a disposición del paciente no son los mismos.

No vale la mera existencia del protocolo si no se cumple

¿Son las asociaciones de pacientes los que más tienen exigir la existencia de
estos protocolos de seguridad del paciente?
En mi opinión, los que tienen exigir la existencia de protocolos son los propios profesionales o por lo menos ocuparse de que existan y se cumplan. Eso se predica con el ejemplo. Lo imponga la dirección no sirve de nada porque al final, el que lo tiene que llevar a cabo, se lo tiene que creer.
Las asociaciones de pacientes se deben preocupar naturalmente, pero se deben preocupar de los protocolos y, en general, de la calidad de la asistencia, pero en contacto con los profesionales porque, insisto, por mucho que reclames la existencia de protocolos lo que único que vale es que los protocolos se cumplan de verdad.
El sistema sanitario español gira en torno a los profesionales, entonces en seguridad 
del paciente, el elemento principal es el profesional. Si no se cree lo que decimos no sirve de nada.

En seguridad del paciente el profesional es el elemento principal

¿Hay relación entre la humanización de la medicina y la seguridad del paciente?
Todo está relacionado. La medicina se humaniza porque la gente no está a gusto. La mayor parte de reclamaciones se deben al confort, pero hay otra parte importante de las reclamaciones que se deben a que los resultados conseguidos no eran los previstos y eso ya es un incidente y ahí entra la seguridad del paciente.
Necesariamente la humanización no va ligada a la seguridad del paciente porque nosotros tenemos que trabajar fundamentalmente con profesionales, pero evidentemente cuando un profesional presta una asistencia más humanizada, la seguridad del paciente se verá incrementada porque el profesional vive desde dentro que la persona que tiene enfrente no es número con el que tiene que trabajar, si no que precisamente es una persona que tiene sentimientos, a la que hay que mirarla a la ojos, explicarle las cosas para que las entienda porque así hacemos una actividad sanitaria mucho más segura. Si eso es humanización, que lo es, pues claro que tiene que ver, pero tampoco tiene una asociación muy directa.
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