10 consejos imprescindibles para poner en marcha la gestión clínica

Mientras el Real Decreto sobre Gestión Clínica se encuentra en un punto muerto, las sociedades científicas e instituciones sanitarias siguen avanzando en ese terreno con diferentes propuestas, como la formación de profesionales.

La Gestión Clínica es una herramienta para hacer las cosas mejor pero no es un fin en sí mismo. Requiere entender lo que es la eficiencia: obtener el mejor resultado en salud con el coste más adecuado y esto sólo se consigue involucrando a los profesionales en la toma de decisiones”. Así de contundente se mostró el Dr. Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón y jefe del servicio de cardiología del Hospital Clínico de Madrid, en la jornada sobre Experiencias en Gestión organizada en el Colegio de Médicos de Las Palmas dentro del Máster en Gestión de Unidades Clínicas impartido con la Fundación IMAS. “Necesitamos una nueva arquitectura de la organización, así como nuevos indicadores y sistemas de medida”, aseguró el ex presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Médicas Española (FACME) y Presidente de la Fundación IMAS.

En la mesa redonda participaron también el Dr. Antonio Zapatero, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna y vicepresidente de FACME, que abogó por la investigación en resultados en salud; y el Dr. Jesús Berjón, Director Asistencial de Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), que explicó el Plan de Gestión Clínica del CHN.

Según Carlos Macaya, hay 10 consejos imprescindibles para poner en marcha la Gestión Clínica que ha extraído de poner en marcha en 1998 el Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos y de su gestión hasta 2007:

  1. Hay que crear en función de una necesidad y siempre a través de una  asistencia sanitaria planificada para garantizar la seguridad del paciente y la eficiencia en la utilización de los recursos.
  2. Definir la Cartera de Servicios.
  3. Contar con el apoyo de toda la Administración para que haya una transferencia efectiva de la capacidad de gestión, mecanismos de evaluación y control, aplicando estándares de seguridad y calidad, y exigiendo resultados en salud. También es importante que “se garantice el marco legal” con decretos autonómicos o el Real Decreto de Gestión Clínica.
  4. Una estructura de gobierno representativa, con un liderazgo aceptado  y “con la implicación de la enfermería en el comité de dirección, en la definición de los procesos asistenciales y en la continuidad de la Red Asistencial”.
  5. Estrategias de Comunicación (interna y externa) y Formación planificadas y evaluadas, que impliquen a los profesionales.
  6. Plataforma de Sistemas de Información como soporte indispensable tanto para la asistencia, la investigación, la docencia y la gestión.
  7. Contrato de Gestión que recoja los compromisos de las partes, los objetivos, el marco temporal y los incentivos.
  8. Financiación de acuerdo a los resultados en salud, otorgando incentivos para los profesionales “lo que trae una serie de beneficios que redundan en una mayor eficiencia”: es una forma de compartir el riesgo; los profesionales están más motivados para trabajar en equipos multidisciplinares; ayuda a disminuir la variabilidad; se optimizan los recursos humanos y materiales; y se añade valor a su trabajo.
  9. Consolidar la red asistencial: Definir las trayectorias asistenciales desde el ingreso en el hospital hasta el seguimiento del paciente en su domicilio y facilitar la libre elección a pacientes y profesionales.
  10. Autoevaluación: Diseñar estructuras flexibles, capaces de adaptarse a la evolución de la asistencia y la propia organización y escuchar a los clientes: pacientes, familiares y facultativos.

 

 

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