La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, según la OMS, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o el sobrepeso. Cifra que, según se estima, crecerá desmesuradamente en los próximos años.
Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad también está prevalente en los países de ingresos bajos y medianos.
Las células cerebrales que controlan el apetito de las personas han sido identificadas por primera vez
Los gobiernos, los asociados internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen una función crucial en su prevención. Esta realidad, por muchas razones, se están convirtiendo en tema preferente de estudio para muchas naciones, especialmente si se refiere a la de carácter infantil. De ahí que todos los avances y descubrimientos que en este campo se produzcan sean recibidos con natural satisfacción, como sucede con este descubrimiento que acaba de dar a conocer la prestigiosa Universidad británica.
Según un estudio dirigido por el profesor Nicholas Dale, de la Universidad de Warwick (Reino Unido), las células cerebrales que controlan el apetito de las personas han sido identificadas por primera vez. Circunstancia que puede llegar a tener una importancia capital en la lucha que en muchos países del mundo lleva tantos años desarrollándose contra la obesidad. Un problema que es cada día más acuciante, que puede abrir la puerta a cuantas terapias incidan sobre las ganas de comer y en la saciedad.
El profesor de la citada Universidad, Dr. Nicholas Dale, ha confirmado que las células ependimarias conocidas como tanicitos, que son las que controlan nuestros niveles de energía, son capaces de detectar determinados aminoácidos en los alimentos que los humanos ingerimos, transmitiendo directamente al cerebro la información correspondiente, a través de los mismos sensores que hacen de receptores del sentido del gusto. Los dos aminoácidos que estimulan más a los tanicitos y que, como consecuencia, provocan una mayor sensación de saciedad serían la arginisina y la lisina.
Los resultados de estudio, publicado recientemente en la Revista científica “Molecular Metabolism” han llegado a esta cocnlusión, tras administar los citados aminoácidos a las células cerebrales, dotados de fluorescencia para que puedan hacerse visible microscópicamente y poder así, evidenciar su reacción.
La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, según la OMS, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o el sobrepeso
Tras realizar los ensayos correspondientes comprobaron que en apenas 30 segundos las células epidemiarias, no solo detectaban sino que respondían a estos aminoácidos aportando una valiosa información en la región cerebral que controla el apetito y el peso corporal.
- Cualidades de los Tanicitos:
Son capaces de detectar glucosa en el líquido cefalorraquídeo, pero la nueva investigación muestra que los aminoácidos esenciales pueden activar estas células y hacernos sentir menos hambrientos.
- Cómo controlan el apetito
El Prof. Dale y su equipo utilizaron imágenes de calcio para hacer que las células fueran fluorescentes para poder rastrearlas en vivo.
Añadieron varios aminoácidos esenciales y no esenciales de a estas células cerebrales.Como se esperaba, los tanicitos respondieron a dos aminoácidos esenciales – lisina y arginina – en 30 segundos, el envío de señales a otras partes del hipotálamo que controla el apetito. Después de quitar los genes que controlan los receptores responsables de detectar el gusto de humami en ratones, los investigadores encontraron que los tanicitos ya no respondían a los aminoácidos.
Los tanicitos, situados en el centro de la región del cerebro que controla el peso corporal detectan directamente los aminoácidos, Circunstancia que tiene implicaciones muy importantes para llegar a nuevas formas de ayudar a las personas a controlar su peso corporal dentro de límites saludables”.
