La destitución de Toni Comín como consejero de Salut ha mostrado una cara oculta hasta ahora. Una vez que se ha presentado una querella contra él “por delitos de rebelión, sedición, malversación y otros conexos”, las fotos, los abrazos y las sonrisas se han tornado en una huida desbocada. Junto con el ex presidente Puigdemont y otros ex consejeros, se han marchado a Bélgica con la intención de pedir asilo político.
Comín, bajo el amparo de Puigdemont, aseguró que la República Independiente de Cataluña era la única opción para crear una sanidad de primer nivel, y firmó la Declaración Independiente de Cataluña junto. En su perfil de Twitter aseguró “Lo hemos hecho! Ahora tenemos que estar a la altura de nuestra propia libertad“. Sin embargo ha huido, con las consecuencias que eso supone.
El fiscal podría asegurar que, vista la experiencia de los que se han ido -además de Puigdemont y Comín, se ha marchado Joaquim Forn, de Interior, Dolors Bassa, de Trabajo, y Meritxell Serret, de Agricultura-, puede haber riesgo de fuga de los que todavía siguen en España, y dictar prisión preventiva para ellos.
Puigdemont y su séquito de ex miembros de su Ejecutivo cruzaron la frontera con Francia en coche con destino Marsella donde tomaron un vuelo a Bruselas.
..Alfonso González
