Antonio Burgueño: “Deberían preguntarnos qué errores hemos cometido, porque es como se aprende de verdad”

..Flor Cid / Cristina Cebrián.
La seguridad del paciente es un asunto y una responsabilidad que han de tener todos los que intervienen en el proceso de la asistencia sanitaria hacia cualquier paciente y, además, forma parte de un sistema educacional e implica a la dirección para visibilizar sus ventajas y que todo el personal en su conjunto perciba que “se hace algo“. Es una de las conclusiones que han alcanzado los doctores Marta Serrano, gerente de Sanidad de AENOR; y Eduardo Fraile, director Médico de la Clínica San Francisco de Asís; en el coloquio organizado por iSanidad. Lo mejor de la Sanidad, en torno a la Gestión de riesgos y seguridad del paciente, con la moderación de Antonio Burgueño, director del Proyecto Impulso.

De la visualización, capacitación e implicación es de donde se obtiene la verdadera cultura de la seguridad del paciente
La Dra. Serrano pone por ejemplo la propia notificación y las dificultades que tiene quien notifica, y sostiene que “cuando se notifica, por muy anónimo que sea, que se reciba una respuesta, qué ha pasado, qué se ha hecho con eso que notifiqué“. En su opinión, de esa visualización, capacitación e implicación es de donde se obtiene la verdadera cultura de la seguridad del paciente, que “al final lo empezamos a sistematizar y nos lo empezamos a creer“, afirma.

No obstante, la Dra. Serrano no pierde de vista que, según su criterio, se trata de un intangible, ya que “todos queremos la cultura de seguridad, pero es cierto que es muy difícil de tocar, es muy difícil demostrar una evidencia, pero sí que se percibe“. Para ella, de la propia organización sanitaria, al entrar en ella, emana la realidad sobre cómo es su sistema de gestión de seguridad del paciente, “y si realmente lo hace mejor o peor, porque esto es una carrera de fondo“, expone.

Dra. Serrano, sobre la cultura de la seguridad del paciente: “Esto es una carrera de fondo”

No hay ningún proyecto igual, porque todas las organizaciones son diferentes
Antonio Burgueño, debido a su experiencia, afirma que “los que nos dedicamos a llevar el mismo proyecto, la misma idea y el mismo fin a diferentes organizaciones, nos damos cuenta al final de cómo no hay ninguna igual, no hay ningún proyecto igual”. La causa la achaca principalmente al factor humano o personal, “porque muchas veces se lo creen muchos, pero lo enfocan de otra manera“, sostiene, y hace referencia a que en ocasiones el empuje viene del personal y el freno de la dirección, y viceversa.

También se refiere a la notificación como un tema muy interesante e íntimamente relacionado con la cultura. Y concluye explicando que es un asunto social, “porque siempre nos han dicho que en el currículum tenemos que llevar todo lo bueno que hacemos, y deberían preguntarnos qué errores hemos cometido, porque es como se aprende de verdad“.

Antonio Burgueño: “Deberían preguntarnos qué errores hemos cometido, porque es como se aprende de verdad”

Indicadores medibles y posibilidad de comparar entre organizaciones: factores determinantes del éxito en la gestión del riesgo
Para el Dr. Fraile, sin embargo, una de las cuestiones clave para que una gestión del riesgo tenga éxito es que tenga indicadores medibles y que puedan compararse entre organizaciones de diferentes niveles. “Hay un ejemplo que viene a la cabeza a todo el mundo cuando habla de seguridad del paciente que, por ejemplo, es la higiene de las manos, el lavado de las manos“, asegura, y hace referencia a infecciones nosocomilaes o adquiridas. Sostiene que “en las organizaciones con política de lavado de manos adecuada y activa, su índice o su tasa de infecciones es menor que las que no la tienen“.

Dr. Fraile: “En las organizaciones con política de lavado de manos adecuada y activa, su índice o su tasa de infecciones es menor que las que no la tienen”.

El Dr. Fraile hace mención a muchas otras situaciones de este tipo: “infecciones adquiridas dentro del hospital, caídas en el hospital, reacciones adversas a medicamentos, malos medicamentos implantados o dados erróneamente porque no existe un checklist adecuado”.

Concretamente, en el ámbito del cheklist en el quirófano, el Dr. Fraile aprecia una gran diferencia entre donde está implantado y donde no lo está, con valores que sí es posible reflejar. Y es que, según su criterio, resulta fundamental realizar un esfuerzo aunado en la dirección de obtener indicadores universales y aplicables a todas las organizaciones para ser medidos. “Porque lo que no se mide, no existe“, expone.

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