Los oncólogos se centran en las comorbilidades de las pacienets de cáncer de mama, ante la alta supervivencia

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..Redacción.
La quimioterapia, la radioterapia o la terapia hormonal pueden provocar efectos secundarios tardíos o comorbilidades en las pacientes con cáncer de mama. “La búsqueda de tratamientos menos tóxicos y paliar los ya presentes suponen un auténtico reto en largas supervivientes”, manifestó el Dr. Álvaro Rodríguez Lescure, coordinador de Investigación de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Elche y secretario del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, en RAGMA18, un encuentro multidisciplinar en el que se aúnan visiones de expertos nacionales e internacionales, con el objetivo de mejorar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el manejo a largo plazo de las mujeres con cáncer de mama.

“Hay unos pocos efectos asociados al tratamiento con carácter permanente como la menopausia precoz. A éstos pueden sumarse otros de diversa índole, como alopecia, pérdida de masa ósea y fracturas, aumento de peso, trastornos de adaptación, artromialgias (dolor a nivel articular y muscular), disfunción sexual, linfedema, impotencia funcional del miembro superior, infertilidad o disfunción cardíaca”, añadió el experto.

El manejo de todas estas complicaciones ha cobrado relevancia. El cáncer de mama tiene una incidencia muy elevada, pero el 80% de las pacientes continúan vivas a los cinco años del diagnóstico de la enfermedad. “Porque la tasa de curación es alta, las largas supervivientes, por fortuna, representan un reto para el sistema. Conforme aumenta el número de personas con una historia previa de cáncer de mama, también descubrimos más efectos tardíos de los tratamientos empleados, por lo tanto, el reto es doble, buscar terapias cada vez menos tóxicas, tanto a corto como a largo plazo, y ver el modo de paliar los efectos ya presentes”, añadió el Dr. Rodríguez Lescure.

El cáncer de mama tiene una incidencia muy elevada, pero el 80% de las pacientes continúan vivas a los cinco años del diagnóstico de la enfermedad

Factores como la edad, el estado menstrual o el subtipo tumoral tienen una influencia determinante en los problemas de las largas supervivientes. En concreto, el subtipo tumoral requiere del uso terapias específicas, con morbilidades específicas a largo plazo y problemas como la infertilidad o la menopausia precoz adquieren significados y consecuencias diferentes en función de la edad de las pacientes. “Todos estos problemas van cobrando una especial relevancia, lo que también obliga a rediseñar la estrategia de atención a este, cada vez mayor, número de pacientes que tiene en común unas necesidades de cuidados, tratamiento y prevención, derivadas de su condición de supervivientes”.

Los objetivos del seguimiento se centran principalmente en el control y tratamiento de las morbilidades y efectos secundarios. Otros desafíos son la detección temprana de las recaídas locorregionales y la promoción de hábitos saludables en cuanto a dieta y gasto metabólico; cuestiones que deben ser vistas “como factores que influyen en una potencial recaída y en la misma supervivencia”, aclaró el Dr. Rodríguez Lescure. A estos factores se suman el cribado de nuevos tumores en el tejido mamario residual y los seguimientos específicos de poblaciones concretas, como es el caso de las pacientes portadoras de mutaciones relacionadas con el cáncer de mama heredofamiliar.

Otros desafíos son la detección temprana de las recaídas locorregionales y la promoción de hábitos saludables en cuanto a dieta y gasto metabólico

En cuanto a la atención que reciben estas pacientes, el experto de GEICAM recuerda que “debe articularse en torno a un plan y un protocolo bien definido y estructurado, con herramientas que permitan compartir información al cien por cien, con un circuito rápido de atención y comunicación; y un programa de formación integral común para los especialistas en Medicina de Familia y hospitalarios”.

Avances en la última década
El encuentro ha servido también para hacer un repaso de los principales avances en el tratamiento. El Dr. Rowan Chlebowski, del City of Hope National Medical Center, California (USA), destacó como el progreso más significativo acontecido en el tratamiento del cáncer de mama durante la última década es el uso de terapias cada vez menos tóxicas, “lo que ha permitido que muchas pacientes consigan un pronóstico favorable”, y la disponibilidad creciente de terapias dirigidas que “aumentan la supervivencia de pacientes oncológicos y han logrado que algunas pacientes HER2+ con enfermedad metastásica puedan curarse al igual que las mujeres premenopáusicas que reciben tratamiento adyuvante”.

El experto también abordó la posible influencia de la obesidad o ingesta de grasas sobre el pronóstico del cáncer de mama trasladando los resultados de un estudio en el que participaron más de 48.000 mujeres posmenopáusicas y que, en su opinión, “tiene implicaciones en la terapia adyuvante del cáncer de mama”. Los resultados de este estudio constatan que la disminución de un 5% del peso en mujeres  menopáusicas disminuye el riesgo de cáncer de mama.

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