..Cristina Cebrián.
Uno de los tumores cerebrales más agresivos, el gioblastoma, empieza a tener un fuerte rival en la lucha por su erradicación. Y es que, por primera vez en el mundo, se ha empezado a probar en pacientes una nueva terapia que combina un virus modificado genéticamente con inmunoterapia. Un equipo de la Clínica Universidad de Navarra aplicará este tratamiento pionero utilizando el virus modificado genéticamente DNX 2440 para destruir las células tumorales conocidas como oncolítico. El ensayo resulta de gran interés dada la incidencia de este tipo de tumor, que es de 3 nuevos casos al año por cada 100.000 habitantes y el intervalo de edad en el que aparece con mayor frecuencia se da entre los 45 y los 70 años.
Éste es el primer virus en el mundo diseñado expresamente para potenciar esa respuesta inmune
“El nuevo virus aporta una característica singular y es que una vez que el virus ha infectado la célula tumoral consigue que la célula produzca OX40L, una molécula co-activadora del sistema inmune”, explica el Dr. Ricardo Díez Valle, neurocirujano y responsable del Área de Tumores Cerebrales de la Clínica Universidad de Navarra.
La novedad principal que aporta esta técnica con respecto a investigaciones previas con virus modificados genéticamente es la suma de esta nueva molécula inmunoterápica. En estudios anteriores, se ha demostrado que los virus oncolíticos pueden inducir una respuesta inmune, que ataca al tumor, pero éste es el primer virus en el mundo diseñado expresamente para potenciar esa respuesta. La terapia está dirigida para adultos con glioblastoma recurrente, es decir, pacientes ya tratados en los que ha vuelto a desarrollarse el tumor. El estudio en Fase I ha comenzado este mes de octubre y en él se comprobará de forma prioritaria la seguridad de la terapia.
Dr. Díez: “El nuevo virus aporta una característica singular y es que una vez que el virus ha infectado la célula tumoral consigue que la célula produzca OX40L, una molécula co-activadora del sistema inmune”
Coactivador del sistema inmune
El virus que se utilizará es un adenovirus, un tipo de virus común que afecta principalmente a las vías respiratorias y que se ha modificado para hacerlo eficaz en el tratamiento del glioblastoma. Las modificaciones genéticas que se le han efectuado al adenovirus para eliminar las células tumorales son tres y dos de ellas ya estaban presentes en la versión previa.
Por un lado, se le ha eliminado parte de la cadena genética del ADN que codifica una de las proteínas más importantes del virus. Al privarle de la función de dicha proteína, el virus carecerá de la capacidad de multiplicarse en una célula normal sana, “por lo que resulta inofensivo frente a ellas”, asegura el doctor Díez Valle.
Los investigadores observaron al aplicar dichas terapias la activación natural del sistema inmune del paciente contra las células tumorales tras la inoculación del virus
Por el contrario, las células tumorales tienen la característica de permanecer siempre activadas para su multiplicación, “lo que posibilita que el virus modificado pueda replicarse en su interior hasta producir la muerte de estas células por lisis”, añade el experto. Por otra parte se ha cambiado la forma de introducirse en las células, haciendo que entren más fácilmente en las células tumorales que en las sanas. En el nuevo virus, la respuesta inmune se verá reforzada gracias al tercer cambio añadido al virus DNX 2440. El virus induce la síntesis en las células infectadas de una molécula coactivadora del sistema inmune del paciente.
La nueva terapia utilizada surge a raíz de un hallazgo obtenido en anteriores ensayos con virus oncolíticos. Los investigadores observaron al aplicar dichas terapias la activación natural del sistema inmune del paciente contra las células tumorales tras la inoculación del virus. Esto hace que el refuerzo de la actividad del sistema inmune se produzca solo en el tumor, no en todo el cuerpo, buscando la mayor eficacia y la menor toxicidad.
Tras comprobar que el glioblastoma ha reaparecido, se inyecta el virus directamente en el tumor con una cánula específica que facilita su difusión
Inyección del virus en el tumor
La metodología del ensayo comienza con la biopsia del tejido tumoral para corroborar el diagnóstico de recidiva de la enfermedad. Tras comprobar que el glioblastoma ha reaparecido, se inyecta el virus directamente en el tumor. Para la inoculación del virus en el tejido cerebral, el equipo dispone de una cánula específica para administrar la inyección que facilita la difusión del virus por el interior del tumor.
Tal y como ha sucedido en anteriores estudios, los especialistas esperan que el tumor reduzca su tamaño progresivamente, en el curso de unas semanas. En cuanto a pacientes con glioblastoma que ya han participado en otros ensayos clínicos con terapias de virus modificados genéticamente, el Dr. Díez Valle recuerda que algunos han permanecido libres de enfermedad años después de haber participado en el ensayo.