..Emilio Ramirez.
“El amianto se usa de manera indiscrimanada porque es barato y resistente”, y es que así lo afirma la abogada del Colectivo Ronda especialista en amianto, Marta Barrera, cualidades que, por desgracia lo han convertido en un material que muchas empresas en nuestro país, desde los años 40 lo llevan empleando y, por el desconocimiento de las mismas, ya sea en falta de normativa y por la inexistencia de un rigor científico, ha provocado, provoca, y provocará enfermedades como la asbestosis, mesotelioma o cáncer de pleura, patologías que presentan una esperanza de vida que tan solo en el 20% de los casos llega a los dos años.
La normativa contra el amianto en España existe desde el año 1941, pero la realidad es que las fábricas que trabajaban con este material no la aplicaron
La gravedad del asunto radica en que la normativa contra el amianto, en España, existe como tal desde el año 1941 tal y como recoge el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya a raíz de la condena a una empresa que trabaja con este material a indemnizar con 112.000 euros a un ex trabajador de esta empresa en Castedelldefels (Barcelona) por la muerte de su esposa como consecuencia de un mesotelioma provocado por la exposición a las fibras de amianto que impregnaba la ropa de trabajo de su marido.
El amianto está prohibido en el conjunto de la Unión Europea desde el año 2000, sin embargo se sigue usando
La realidad es que las fábricas de fibrocemento (compuesto de cemento y polvo de amianto) no aplicaron esta normativa y, por ende, la de prevención de riesgos laborales, que existía desde la década de los 40.
Cabe recordar, como informa el Colectivo Ronda que el amianto está prohibido en el conjunto de la Unión Europea desde el año 2000, sin embargo, se sigue usando; es más, un dato elocuente, en el año 2003, el Ministerio de Sanidad informó de que el 100% de los trabajadores ferroviarios habían estado expuestos al amianto, siendo los maquinistas los más afectados, y en el Metro de Madrid, 65 estaciones tenían amianto; la presencia de fibras de amianto se encontró en 115 vehículos de la red del Metro de Madrid (50 vehículos auxiliares y 65 destinados al transporte de viajeros)
Exposición laboral, familiar y ambiental al amianto
Un trabajador que ha estado expuesto al amianto y además fuma, que tenga cáncer de pulmón se eleva 10 veces más.
Alfredo Menéndez Navarro, catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada, aportó hace unos meses, a colación de la noticia de la existencia de amianto en el Metro de Madrid y antes de que se produjeran las muertes de los trabajadores del Metro madrileño, cómo estaba afectando a sus empleados -la última muerte se produjo el 4 de octubre de este año, y la primera el 25 de mayo del presente año-. A esto hay que añadir dos casos de invalidez.
En primer lugar, el consumo de amianto en España a lo largo del siglo XX se calcula en 2.600.000 de toneladas, y pese a que está prohibido desde 2002, el problema radica en el amianto que está instalado y que reposa en tejados, depósitos, calderas, o en los mismos vagones ferroviarios. Hasta más de 3.000 productos están fabricados con amianto, indica el Colectivo Ronda. Huelga decir que los profesionales de mantenimiento son los que están más expuestos sino siguen una actuación de protocolo, empezando por la más básica, como es lavar la ropa, o usar una doble taquilla. Además, según estudios, en los próximos años habrá más casos porque la enfermedad se detecta tras 20 o 30 años de exposición.
Hablamos de exposición laboral, pero como en el caso de la sentencia de Castedelldefels, están también esas personas -exposición familiar- que no están expuestas a ese material, pero que conviven con personas que sí lo están, como fue este caso, y también las “víctimas ambientales”, que son aquellas personas que viven cerca de plantas donde se trabaja con amianto.
Falta de reconocimiento de las víctimas por amianto parte de la Seguridad Social
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó en el año 2010 alrededor de 125 milllones de casos expuestos al amianto en el ámbito laboral, con 100.000 muertes anuales; sí se añaden las víctimas ambientales, se elevaría a 150.000 fallecidos.
En España, sí nos referimos a cifras, sí ya son dramáticas, más lo es la falta de reconocimiento de las víctimas por nuestro sistema de Seguridad Social, o mejor dicho, la Seguridad Social no la reconoce como enfermedad profesional.
Según datos de Alfredo Menéndez, entre el 2007 y 2011, 93,6% de hombres y 96,6% de mujeres diagnosticados con mesotelioma, no fueron reconocidos por la Seguridad Social; 164 casos relacionados con el amianto fallecieron. Dicho de otra manera, solamente el 6,4% de los hombres y el 4,4% de las mujeres que fallecieron entre 2007 y 2011 en nuestro país por mesotelioma provocado por exposición laboral al amianto fueron reconocidos como enfermos profesionales por la Seguridad Social, para ello el trabajador se tiene que declarar profesional y que ha estado expuesto al amianto, y para recibir una indemnización se aplica el baremo de accidentes de tráfico.
Perspectivas para el futuro
Las perspectivas no son nada halagüeñas, y es que se estima, según la Unión Europea que para el 2030 medio millón de personas morirán por amianto. Álex Lasmarías, técnico de comunicación social del Colectivo Ronda mencionó un hecho que deja bien a las claras de que nos referimos a un material cuyo desconocimiento ya no es que venga de la década de los años 40, y es que los griegos de la Época Clásica ya sabían que había un desconocimiento total en relación a este material.