España prepara el camino para la invasión de médicos extranjeros

Cuando un joven decide estudiar medicina, el primer reto es conseguir la altísima nota que se exige para entrar en la facultad. Este detalle es importantísimo, pues hay un gran número de estudiantes que, aun con la alta nota que consigue, tiene que conformarse con otra carrera parecida en la que le pidan menos nota, porque “no le llega la media” para hacer medicina.

Si a esto se le suma que faltan médicos, y se prevé que en el 2025 harán falta 25.000 facultativos, cantidad que las facultades españolas no van a ser capaces de formar, la pregunta es muy fácil: ¿porqué no se admiten más plazas? ¿o porqué no se abren nuevas facultades?.

En León han visto esta necesidad hace tiempo. León es una provincia que desde hace casi cuatro años está pidiendo una facultad donde poder estudiar medicina. El presidente del Colegio de Médicos, el Dr. José Luis Díaz Villarig, ha expuesto muchas razones para conseguir que en León se abra una facultad de medicina. Una de las dos razones más importantes para es que, con las facultades de ciencias de la salud con las que ya cuenta la Universidad, la mayoría de los departamentos para el primer ciclo de la carrera ya están creados. Y para los tres años del segundo ciclo, estos se cursan casi exclusivamente en un hospital docente. Y el Hospital Universitario de León, cada año forma estudiantes de medicina de las universidades colindantes (Valladolid y Salamanca). De manera que la inversión es mínima para abrir esta facultad.
Una vez que es admitido, y tras estudiar una dura carrera de seis años, hay que enfrentarse a un examen-oposición para poder optar a un trabajo que ni siquiera es fijo. Los primeros pueden elegir especialidad, tratando de hacerla coincidir con lo que querían, pero muchos otros tienen que quedarse con lo que queda. Seguramente luego estén contentos con la elección, pero de buenas a primeras no han podido elegir lo que querían.

Al cabo de tres o cuatro años de trabajo, a pesar de haber aprobado la oposición, a diferencia del resto de los opositores, se encuentran en la calle, se encuentran buscando de nuevo trabajo, y luchando mucho para conseguir buenas condiciones. Muchos tardan cerca de diez años en conseguir un contrato indefinido. Y todo esto habiendo estudiado una carrera compleja y difícil. Y ahora a todo esto hay que sumarle que cuando consiguen aprobar el MIR, y optar a una plaza como residente, van a cobrar la gran cantidad de 1.000 Euros brutos.

La necesidad de médicos está abierta y cada vez hay más evidencias. Hay dos vías para cubrir las plazas, o facilitamos la entrada den en el mercado laboral de los españoles o vendrán de fuera, con sus titulaciones básicas a ocuparlas.

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