“El sistema sanitario español no da para más”, son palabras de José Ciscar vicepresidente y portavoz del gobierno valenciano. El pleno del Consejo de Gobierno ha aprobado un nuevo y revolucionario modelo sanitario cuya principal novedad es la privatización de la gestión de los hospitales públicos de la Comunidad Valenciana. También ha aprovechado para confirmar que hay que “intensificar el grado de colaboración público-privado”.
La medida tiene el objetivo de mantener una sanidad pública, universal y gratuita, pero, además sostenible. Este es el motivo por el que se está trabajando en la búsqueda de empresas privadas gestionen los servicios de los hospitales.
Este nuevo modelo comenzará a aplicarse en 2013, y por eso se lleva trabajando en él varios meses, en el marco general del gobierno valenciano para reducir gastos, concretamente hasta 443 millones de euros con esta partida. A esta cantidad hay que sumarle otras medidas tomadas en el sector sanitario anunciadas previamente.
Las adjudicaciones tendrán un plazo de 10 años, ampliable a 15, con unos cánones anuales autonómicos de 180 millones de euros. El plan tiene previsto que la consejería asuma plenamente las competencias en materia de personal estatutario y de inversiones para nuevas construcciones, ampliaciones o adquisición de nuevos equipamientos. Tal como sucedía con los servicios: limpieza, comida, transporte, seguridad, etc -excepto SAMU-. Para el propio Ciscar es prioritario que el ciudadano no note ningún cambio.
El propio Ciscar se ha apresurado a confirmar que no había alternativa, o una subida de 500 euros al año por ciudadano o reforzar la colaboración público-privada.
En cuanto a la plantilla, tanto funcionarios como interinos (incluídos los médicos) seguirá dependiendo de la Agència Valencia de Salut.
