..Isabel Morales, Doctora en Psicología. Responsable de PsiKids-Pozuelo.
El impacto Covid ha visto como muchos profesionales sanitarios llegaban al límite su resiliencia. El estrés vivido durante los últimos meses no ha pasado inadvertido ni siquiera para los profesionales de la UCI y las Urgencias, acostumbrados a situaciones extremas.
Los profesionales sanitarios son los elementos más valiosos que el sistema sanitario tiene para afrontar el impacto y la posterior crisis Covid. Por tanto, es de imperiosa necesidad que sean cuidados. La iniciativa debe partir tanto de ellos mismos como las personas que les rodean, prestando especial atención a los procesos emocionales que atraviesan.
Los pensamientos negativos y la anticipación destructiva pueden surgir a partir de un proceso de alto estrés. Forma parte del cuidado de los profesionales entrenarles en técnicas y estrategias de reducción de estrés para llegar a una adecuada regulación emocional.
Una vez pasado el primer impacto Covid es el momento de curar las propias heridas internas
Ahora que el impacto de la crisis Covid parece amainar, es hora de que los profesionales sanitarios traten de curar sus propias heridas internas. Ansiedad, estrés, crisis, situación adversa, situación límite, son expresiones que han acompañado a los profesionales sanitarios en las últimas semanas.
¿Cómo restablecer el equilibrio?
Ante una situación de crisis que pueda romper nuestro equilibrio y estabilidad, ¿qué nos puede ayudar a restablecerlos?
- Continuar con nuestras rutinas ante la nueva situación
- Pedir ayuda para gestionar y afrontar situaciones de elevada intensidad emocional
- Apoyarnos en nuestro proceso terapéutico para activar nuestros mecanismos de afrontamiento
- Hablar de lo que se está viviendo, algo que nos ayuda a ordenar el caos generado por nuestra memoria implícita
- Mantener aquellos puntos de apoyo que nos aportan equilibrio: la formación, el contacto social, la psicoterapia y todos los puntos de aprendizaje. Si la crisis implica ruptura, lo ideal es que haya el menor número de rupturas o interrupciones vitales.
El aprendizaje en situaciones de crisis hace a la persona más resiliente y facilita el equilibrio una vez remite el evento vital estresante.
