..Redacción.
La telemedicina y la telefarmacia han sido formas digitales protagonistas de la pandemia ocasionada por el Covid-19. Muchos expertos han augurado que son temas que han llegado para quedarse. “Para aportar calidad a la asistencia sanitaria y eficiencia al sistema, la implementación debe ser estratégica y desde un punto de vista global. Esto requiere inversión en recursos de tecnología, formación, etcétera”, explica José Soto, Director Gerente del Hospital Clínico San Carlos.
Ha sido en el encuentro Reorganización de los Hospitales. Telemedicina y Telefarmacia en el post Covid-19, organizado por Sedisa, con la colaboración de Janssen. Tal y como se ha puesto de manifiesto, la telemedicina y la telefarmacia deben regularse.
En el encuentro organizado por Sedisa se ha puesto de manifiesto que la telemedicina y la telefarmacia deben regularse
Por otra parte, telemedicina y la telefarmacia consiguen que el paciente no tenga que desplazarse. Eso ya es un hito completo en la transformación del modelo asistencial, organizándolo en torno al paciente. En palabras de Candela Calle, Directora Gerente del Institut Català d’Oncología (ICO), “el primer paso es analizar qué se puede hacer y qué no se puede hacer, como la gestión de las emociones, a través de ambas”. Durante la pandemia, el ICO realizó la asistencia sanitaria de los pacientes oncológicos en un 80% a través de la Telemedicina y un 20% presencial. Son porcentajes que en la actualidad ha pasado a ser del 50-50%. En este sentido, para su implementación global, Candela Calle afirma que “se ha de invertir en tecnología, pero también en formación de profesionales y pacientes para esta nueva forma de relacionarnos. Asimismo, hemos de utilizar la telemedicina también para coordinar niveles asistenciales”.
En la vuelta a la normalidad asistencial, por su parte, Teresa Requena, Directora Médica del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés, destaca el hecho de que “a modo de ejemplo, las revisiones sistemáticas presenciales en pacientes crónicos suponen un colapso en las agendas de las consultas externas, que se podrían agilizar estudiando cuáles de ellas podrían realizarse a través de la telemedicina y la telefarmacia”. Pero esto conlleva algunas resistencias, tanto por parte de algunos profesionales sanitarios como de los pacientes. “Mientras que durante la pandemia los pacientes lo valoraron mucho porque se sentían atendidos en una situación de crisis sanitaria, en la actualidad, muchos prefieren volver a la asistencia física. Junto a la inversión en medios digitales y en alfabetización digital, que es diferente dependiendo de la edad y de la situación socioeconómica, debe existir un proceso de adaptación hacia la telemedicina y la telefarmacia”.
Debe existir un proceso de adaptación hacia los procesos de asistencia no presenciales
Esta inversión supone, según Rafael López, Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, “un plan estratégico de incorporación de tecnologías al sistema, más allá de las llamadas telefónicas, sino con la implementación de la monitorización, el seguimiento y las recomendaciones e instrucciones médicas”.
En el uso de la telemedicina y la telefarmacia es prioritario garantizar la seguridad de los pacientes y la seguridad jurídica de los profesionales. En esto han coincidido todos los participantes.