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El tratamiento con tocilizumab para pacientes trasplantados renales afectados por el Covid-19 podría ser efectivo para controlar la respuesta inflamatoria aberrante que se produce tras la infección por SARS-CoV-2. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el Servicio de Nefrología del Hospital del Mar, en Barcelona. Para su ejecución también se contó con la participación de otros 29 centros españoles y se utilizaron datos del registro Covid-19 de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
Los investigadores analizaron datos de 80 pacientes trasplantados renales con infección por SARS-CoV-2 grave y su evolución después de la administración de tocilizumab. Este anticuerpo contra el receptor de la interleucina 6 (IL-6), hace de mediador de la respuesta inflamatoria con un papel relevante en la infección por SARS-CoV-2.
El uso de tocilizumab podría ser beneficioso para frenar la tormenta de citocinas que se produce durante el Covid-19
Los resultados del estudio apuntan a que el uso de tocilizumab podría ser beneficioso para frenar la tormenta de citocinas que se produce durante el Covid-19. De hecho, aquellos pacientes en los que los niveles de proteína C reactiva (PCR) disminuían después de la administración del tratamiento, tenían mejor supervivencia.
La primera autora del estudio y médica adjunta del Servicio de Nefrología del Hospital del Mar, la Dra. Maria José Pérez, explica que “a las 72 horas de la administración de tocilizumab, observamos un incremento de todos los marcadores inflamatorios excepto de la PCR. Aquellos pacientes que sobrevivieron tuvieron un descenso más marcado de la PCR después de la administración de tocilizumab”.
Dra. Pérez: “A las 72 horas de la administración de tocilizumab, observamos un incremento de todos los marcadores inflamatorios excepto de la PCR”
Pacientes más afectados en la admisión
En cuanto a la mortalidad del grupo de pacientes que fueron analizados, se situó en el 32,5%. Se trata de una cifra superior a la de la población general, ya que es una población de riesgo ante la infección. También es superior a la observada en toda la cohorte de trasplantados renales a nivel nacional (20%), ya que solo se incluyeron casos graves.
El único parámetro predictor de mortalidad que mejoraba después de recibir el tocilizumab eran los niveles de PCR. De hecho, se produjo un descenso más acusado en los pacientes que no fallecieron. Por ello, los investigadores sugieren que los niveles de esta proteína después de la administración de tocilizumab puede servir como indicador de mal pronóstico. A esto hay que añadirle de forma conjunta otras pruebas y los datos deben corroborarse en nuevos estudios.