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El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) está integrado por 38 sociedades científicas. También participan consejos de colegios profesionales y asociaciones civiles y de pacientes y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). En conjunto han presentado el Manifiesto sobre los nuevos productos del tabaco. Este texto cuenta con el aval de presidentes de asociaciones profesionales sanitarias; sociedades científicas; profesores de universidad y jefes de servicio de hospital, Atención Primaria y Salud Pública.
En la rueda de prensa, ha intervenido el Dr. Andrés Zamorano, presidente del CNPT; el Dr. Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM); el Dr. Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa (Madrid); y el Dr. Esteve Fernández Muñoz, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universitat de Barcelona y director del Centro Colaborador de la OMS para el control del tabaco del Instituto Catalán de Oncología.
El consumo de tabaco ocasiona en España al menos 69.000 muertes prematuras y consume más de 1,7 millones de años de vida anualmente
Entre otras cuestiones, el Manifiesto recoge que el consumo de tabaco ocasiona cada año en España al menos 69.000 muertes prematuras. Además, en total consume más de 1,7 millones de años de vida anualmente, y miles de nuevos enfermos crónicos. Las consecuencias son sufrimiento y un enorme gasto a la sanidad pública. Las medidas legislativas han tenido un papel relevante para que el consumo de tabaco se haya reducido a la mitad en la última década.
En los últimos años la industria del tabaco ha ampliado y reorientado su negocio con la promoción otros productos. Se trata de tabaco calentado con marcas como IQOS o Glo o cigarrillos electrónicos como Blu, Logic, JUUL o IQOS MESH. Estos nuevos productos se están promocionando agresivamente en jóvenes. Campañas en redes sociales y eventos multitudinarios para jóvenes cuentan con influencers con miles de seguidores, con estrategias inusitadas de relaciones públicas.
La industria de estos nuevos productos del tabaco distorsiona la evidencia científica mediante la utilización sesgada y unilateral del término de “reducción de daños”. Esta “reducción de daños es un concepto originario de la salud pública.
La industria tabaquera distorsiona la evidencia científica mediante la utilización del término de “reducción de daños”
El manifiesto asegura que el 60-90% de los usuarios siguen consumiendo de forma dual los cigarrillos, por lo que la adicción y el riesgo real no se reduce ni sustancial ni significativamente. “No es la primera vez que la industria del tabaco, de la adicción nicotínica, intenta promocionar sus nuevos productos como más saludables (cigarrillos con filtro, tabaco light o bajo en nicotina, cigarrillos premier…). Aparte de reorientar sus nichos de mercado, es evidente que buscan eludir –o, al menos, posponer– una regulación más estricta de sus nuevos productos: lo que realmente les preocupa es la eficacia desnormalizadora de las estrategias de control de tabaco”, se señala en el documento presentado.
Además, afirma que “la industria tabaquera sigue siendo parte del problema de la epidemia del tabaco, de la adicción nicotínica”. “No hay viso alguno de que sean parte de la solución del mismo. La evidencia muestra que el control de esta epidemia no se basará en los nuevos productos de las tabaqueras”, dice el Manifiesto.
