..Redacción.
El Dr. Julio Zarco es el presidente de la Fundación Humans. Para él “la pandemia ha supuesto una revolución organizativa y en la gestión, así como en las emociones y los sentimientos, con el sobresfuerzo de la obligada incorporación de nuevas tecnologías y su combinación con lo humano”.
Antes de la pandemia, la atención a la cronicidad contaba con numerosos e importantes retos que gestionar. Hoy día, solucionarlo es más importante que nunca y supone un sobre esfuerzo mayor. En la actualidad, se estima que el 19% de la población infantil hasta 14 años tiene diagnosticada alguna enfermedad crónica; el 64% de las mujeres de 15 años o más presenta alguna enfermedad crónica frente al 60% de los hombres; y el 89,5% de las personas mayores de 65 años tiene alguna enfermedad o problema de salud percibido y una media de 2,8 problemas o enfermedades crónicas.
Antes de la pandemia, la atención a la cronicidad contaba con numerosos e importantes retos en la gestión
Este sobresfuerzo incorpora, además, la atención a los pacientes no Covid-19, que no han recibido la atención sanitaria habitual durante la pandemia. La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) realizó una encuesta sobre los cambios en las consultas programadas durante la primera oleada de la pandemia. Según estos datos, el 69% de los pacientes crónicos sufrió la cancelación de las consultas que tenía programadas; y el 41,4% la suspensión o aplazamiento de su rehabilitación, con las consiguientes consecuencias en su estado de salud.
Carina Escobar, presidenta de la POP lo explica. “El 80% tuvo problemas para acceder al tratamiento y el 22,8% tenía problemas y síntomas asociados a su enfermedad y no acudió a su médico”. “Si de forma previa a la pandemia se hubiera contado con un análisis pormenorizado de la cronicidad y pacientes crónicos más vulnerables y una atención sanitaria orientada a ésta, los efectos de la pandemia sobre estos pacientes hubieran sido menores”, indica. “En las próximas décadas, el impacto del Covid-19 tendrá grandes repercusiones en la morbi-mortalidad de las enfermedades crónicas”, indica el Dr. Julio Zarco al respecto.
Es necesario un modelo sanitario coordinado y participativo según se ha puesto de manifiesto en el encuentro Pacientes ante la Pandemia. Este encuentro se ha celebrado en el marco de los Encuentros Sedisa de Gestión Sanitaria en tiempos de pandemia con la colaboración de Janssen. Hay que poner “el foco en mejorar la continuidad asistencial, innove en procesos, multidisciplinar, incorporando los cuidados en salud, información y formación a pacientes y familiares y que diferencie los procesos agudos de los crónicos”, explica Carina Escobar. “Con tecnología que sea transferible de unas comunidades a otras, que nos permita trabajar en red. Un modelo centrado en el paciente, preventivo y cooperativo”.
Encuentros Sedisa de Gestión Sanitaria en tiempos de pandemia: Es necesario un modelo sanitario coordinado y participativo
Adaptación y reorganización de la atención sanitaria
Las cifras de infección diagnosticada en esta segunda oleada están siendo, en general, más altas que durante la primera oleada de la pandemia. No obstante, “en la actualidad, está habiendo menos hospitalizaciones”, afirma Santiago Moreno Guillén, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal. El Dr. Moreno explica que en su Hospital “mientras en la primera oleada todos los recursos fueron destinados al Covid-19, en la actualidad, una cuarta parte de camas de hospitalización del centro están destinados a la pandemia y tres cuartas partes a la atención de pacientes no Covid-19”.
Según Moreno, “en los meses de marzo y abril asistimos al desbordamiento de los hospitales (urgencias, hospitalización y UCI)”. En esa primera ola, todos los recursos estaban dirigidos al Covid-19 y, con frecuencia, con recursos insuficientes, indica. “Este desbordamiento ocasionó, además, problemas relacionados con el aislamiento y alteraciones psiquiátricas en los pacientes, sobre todo depresión, y dificultades para el seguimiento post Covid-19”. Ello supuso y está suponiendo un gran esfuerzo organizativo, “para garantizar evitar los contagios durante la estancia en los centros sanitarios (crear circuitos asistenciales, cribado de pacientes y personal), prevenir el deterioro funcional, cognitivo y afectivo e impulsar la continuidad asistencial, junto a potenciar la telemedicina y la coordinación con Atención Primaria”.