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La falta de formación en diabetes pone en riesgo la salud y la calidad de vida de los pacientes. Implica un aumento de las tasas de abandono del tratamiento y del riesgo de complicaciones. Así lo aseguran los expertos en diabetes que han participado en el informe El valor de las asociaciones y su papel en el sistema sanitario. Fue presentado por la Federación Española de Diabetes (FEDE) y avalado por la Sociedad Española de Diabetes (SED). Este informe recalca la importancia de la labor de educación diabetológica que realizan las asociaciones de pacientes. Las asociaciones mejoran la adherencia al tratamiento y reducen los costes del sistema sanitario.
Este problema se ha agravado en el contexto de la pandemia del Covid-19. La adherencia se ha visto afectada por la desinformación y la falta de seguimiento que han sufrido los pacientes.
Con la falta de formación en diabetes y en el contexto del Covid-19 se han agravado las tasas de abandono del tratamiento y del riesgo de complicaciones
El informe recoge el consenso de los expertos en varios puntos. Por un lado, la falta de formación en diabetes y la desinformación, son dos de los principales motivos del abandono o del inadecuado seguimiento del tratamiento. Concretamente, según los datos recopilados por el Dr. Antonio Pérez, presidente de la SED, un 54% de los profesionales médicos relaciona la baja adherencia al tratamiento con la falta de información y las noticias falsas. Por otro lado, una escasa educación diabetológica aumenta la carga económica para el sistema nacional de salud, situándola en un 8,2% del presupuesto anual.
Aureliano Ruiz Salmón es presidente en funciones de FEDE. Para él, “solo el 45% de las personas con diabetes ha recibido formación por parte de profesionales sanitarios en algún momento de su vida. Esta carencia conduce a los pacientes a la desinformación y a creer noticias falsas relacionadas con su tratamiento. Para evitarlo, las asociaciones de pacientes complementan la labor de los médicos con información veraz. Ofrecen charlas, apoyo de pacientes expertos, endocrinos y responden a todas las dudas”.
Un 54% de los profesionales médicos relaciona la baja adherencia al tratamiento con la falta de información y las noticias falsas
Un mal control glucémico aumenta los costes directos e indirectos de la diabetes
La desinformación está vinculada a una baja adherencia al tratamiento y a que los pacientes no realicen un adecuado control de su índice glucémico. Esto ocasiona que estén más expuestos a sufrir complicaciones y necesiten una mayor asistencia sanitaria. Esto implica un aumento de los costes directos e indirectos de la diabetes para el Sistema Nacional de Salud. Esto lo explica Álvaro Hidalgo, codirector del Grupo de Investigación de Economía de la Salud y Gestión Sanitaria de la Universidad de Castilla-La Mancha. En este sentido, cada año se destinan 5.809 millones de euros a la diabetes. 2.143 millones de ellos son debidos a las complicaciones de la enfermedad, por falta de formación.
Para reducir estas cifras, dentro de la educación diabetológica, no debe faltar nunca la formación de los pacientes en nutrición y hábitos de vida saludable. Es una información del nutricionista Marc Caballero que remarca la importancia de seguir una dieta saludable mediterránea. También lo es la práctica habitual de ejercicio con una adecuada hidratación para cualquier persona con diabetes. Sobre esto se debe seguir concienciando, siendo una labor que recae en las asociaciones de pacientes. En sus propias palabras, “la evidencia científica muestra que en personas con diabetes tipo 1 la participación en un programa educativo intensivo para la terapia flexible de insulina, usando la estrategia del conteo de hidratos de carbono, puede ayudar a mejorar el control glucémico. Debemos extrapolar esto a todos los pacientes de diabetes”.
Para reducir estas cifras no debe faltar nunca la formación de los pacientes en nutrición y hábitos de vida saludable
El objetivo final que defiende este informe es el empoderamiento del paciente para que conozca su enfermedad y la sepa gestionar de forma adecuada. “El paciente empoderado mejora en su autoeficacia, adherencia al tratamiento y control de los síntomas, tiene un estilo de vida más saludable y su bienestar emocional es mayor, es más fuerte para afrontar las complicaciones de la diabetes y los eventos del día a día”, explica Paloma Casado en el documento, subdirectora General de Humanización de la Asistencia, Bioética, Información y Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.