..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
El año 2020 nos regala un horizonte de esperanza tras 10 meses más que complicados. Este domingo, todos los países de la Unión Europea, incluido España, ha iniciado sus campañas de vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2. La vacuna aparece al final de año como solución a la pandemia y nos demuestra que la ciencia además puede ser la clave contra la crisis económica en la que nos encontramos inmersos.
Como expresó el ministro Salvador Illa “la vacuna es el principio del fin”, pero aún nos espera un 2021 duro. Hasta que toda la población no haya sido vacunada debemos mantener las medidas de seguridad. Pero la rapidez con la que ha llegado esta vacuna evidencia dos de los grandes problemas de nuestro Sistema Nacional de Salud.
Por un lado, el retraso con el que llegan los nuevos medicamentos a España. En algunos casos desde la aprobación de la Unión Europea hasta que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps) fija el precio-reembolso y se distribuye por todas las comunidades autónomas puede transcurrir más de un año y medio. En ese periodo muchos pacientes empeoran de sus patologías e incluso mueren con medicamentos innovadores ya aprobados. Por otro, la falta de equidad en el acceso a los medicamentos. La aprobación de esta vacuna ha demostrado que un medicamento puede aprobarse en pocas horas y administrarse al mismo tiempo en todas las comunidades autónomas.
La vacuna aparece al final de año como solución a la pandemia y nos demuestra que la ciencia además puede ser la clave contra la crisis económica
La orientación de nuestra economía hacia la innovación se presenta como la solución a la crisis económica. Se calcula que este año, el Producto Interior Bruto español caerá alrededor de un 12% como consecuencia del parón que ha sufrido la economía. Nuestros dos grandes motores, el turismo y la construcción, se han visto paralizados por la pandemia. La vacuna va a permitir reactivarlos. Es necesario. No podemos desprestigiar la generación de empleo y riqueza que nos ofrecen estos dos sectores.
Pero ya es hora de añadir un tercer motor basado en la ciencia, la innovación y la tecnología. España cuenta con todos los ingredientes para poder hacerlo. Para empezar contamos con unos profesionales sanitarios cuyo conocimiento resulta fundamental en el desarrollo de ensayos clínicos. España es el segundo país del mundo donde las compañías farmacéuticas realizan ensayos clínicos. Solo nos supera Estados Unidos.
Contamos con universidades dotadas de grandes investigadores a los que solo les faltan recursos para poder continuar con sus investigaciones. Gracias a los fondos europeos, España va a incrementar este año de forma importante sus inversión en I+D. Ahora se trata de mantener esa inversión en el tiempo y alcanzar al menos ese 2% del PIB en inversión. Por último, contamos con grandes empresas que pueden realizar un efecto tractor para lograr que todas esas spin-offs se consoliden como grandes empresas. España no puede perder más el tiempo y realizar una apuesta decidida por la ciencia.
