..Dr. Juan Antonio Vargas. Jefe de Sección de Medicina Interna y Jefe de Estudios del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda. Ex decano de Medicina de la UAM (2011-2019).
El pasado 21 de marzo de 2020 escribí unas líneas sobre lo que sentía sobre mi servicio de Medicina Interna y sobre mi Hospital Puerta de Hierro. Sencillamente era orgullo y gratitud (así lo titulé) y seguro que esta sensación la tienen muchos compañeros de otros servicios y hospitales con todo lo que hemos vivido desde entonces. Hemos tenido nuevamente días complicados, ya no solo por la tercera ola del Covid-19, sino también por el temporal Filomena. Y tras ello vuelvo a tener la misma sensación que hace diez meses, orgullo y gratitud por todas las personas de todos los estamentos clínicos y no clínicos que conforman el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda.
Vuelvo a tener la misma sensación que hace diez meses: orgullo y gratitud
Mi hospital tiene una larga tradición y he tenido la suerte de ser testigo del enorme cambio de la medicina, la enfermería y la formación en el final del siglo XX y en estos 20 años del siglo XXI. Tuve la oportunidad de conocer la devastadora intoxicación por el aceite de colza, la aparición de la infección por VIH y sus terribles consecuencias de los primeros años; el avance tecnológico sin precedentes y el desarrollo de las TICs; el significado práctico del Plan Bolonia a través de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.
Pero lo vivido en este último año ha superado lo anterior. No de una forma negativa, porque, a pesar de todo, ha habido muchas cosas positivas que nos han hecho mejorar y estar más cerca unos de otros, aunque no nos pudiéramos tocar y abrazar. Hemos sabido adaptarnos a la situación, reinventarnos y responder con lo mejor de cada uno. Y aunque se puede observar cierto cansancio, sigo viendo actitudes entre profesionales y pacientes llenas de empatía y humanismo.
Para redondear, me han vacunado frente al Covid-19. ¿Se puede pedir algo más? Sí, que nuestros compañeros más jóvenes puedan tener unos contratos dignos. Se lo debemos
Por todo ello y más, vuelvo a manifestar un enorme orgullo por mi hospital, por todos sus componentes sin excepción y de todos los niveles, clínicos, no clínicos e investigadores. He visto colaboración, compañerismo, unidad, disposición, responsabilidad, solidaridad y compromiso. Quiero mostrar agradecimiento a todos ellos, así como a tantas personas de otros ámbitos (guardia civil, protección civil, voluntarios, 4×4) que nos han ayudado en estos últimos días de temporal.
Por eso estas líneas las vuelvo a denominar “Orgullo y gratitud II”. Y para redondear, me han vacunado frente al Covid-19. ¿Se puede pedir algo más? Sí, que nuestros compañeros más jóvenes puedan tener unos contratos dignos, que les permita realizar su desarrollo personal y profesional sin sobresaltos. Se lo debemos.