‘Locus de control interno’, resiliencia e inteligencia emocional: las claves que nos mantienen en pie

Locus control interno

..Paula Cuesta. Psicóloga sanitaria y forense. Gerente de la Asociación de Iniciativas Sociales (AISS).
Cuando escuchábamos las campanadas que daban por finalizado 2020, la mayoría pensábamos que 2021 traería otra manera de hacer las cosas. La pandemia seguía ahí, pero ya teníamos acumulada la experiencia suficiente como para generar patrones de actuación y protocolos que contribuyeran a embridar esta tercera ola.

Sin embargo, los profesionales sociosanitarios seguimos observando que casi todo sigue igual. Seguimos siendo los que llevamos el peso de la pandemia sobre nosotros. Ante esta situación, tenemos dos alternativas. O entrar en una dinámica de abandono o continuar sin salirnos del patrón que nos hemos trazado para conseguirlo. Este patrón se basa en desarrollar una gran resiliencia que nos permita seguir trabajando para sacar a nuestros pacientes adelante.

Los profesionales seguimos siendo los que llevamos el peso de la pandemia sobre nosotros

Lo estamos consiguiendo adoptando lo que los psicólogos forenses denominamos ‘locus de control interno’. Se trata de desarrollar expectativas positivas sobre los comportamientos de salud que son determinantes para actuar con mayor conciencia en situaciones relacionadas con la salud. Es decir, si un individuo posee ‘locus de control interno’ actúa con mayor conciencia y toma las medidas pertinentes para cuidar su bienestar. Si, por el contrario, cree que la responsabilidad por su estado de salud depende de una fuerza externa, la persona es menos propensa a erradicar hábitos perjudiciales.

Desde el principio hemos estado muy solos ante la adversidad, tanto desde el ámbito sanitario, como social. En nuestro caso concreto, un factor clave ha sido la propia naturaleza de nuestros pacientes. Personas que sufren algún tipo de enfermedad mental. Gracias a que hemos adoptado un ‘locus de control interno’ hemos sido capaces de reforzarnos por un sentimiento de esfuerzo y dedicación. Hemos sacado fuerzas de flaqueza para seguir en pie. Hemos conseguido hacer crecer en nosotros una responsabilidad personal superior. Así hemos generado el alto grado de resiliencia que nos hace falta para seguir adelante.

Desde el principio hemos estado muy solos ante la adversidad, tanto desde el ámbito sanitario, como social

Hay una serie de factores que nos han ayudado. Por ejemplo, asumir y ser consciente de la responsabilidad que tenemos como profesionales sociosanitarios en el del cuidado de personas que tienen alguna enfermedad mental.  Así hemos desarrollado estrategias de afrontamiento positivas. Ello nos ha permitido encarar los problemas sobrevenidos de forma activa y positiva.  Siempre, sin dejarnos llevar por un sentimiento de vulnerabilidad al que nos estamos viendo sometidos, por el alto grado de improvisación que estamos sufriendo.

Hemos llegado a un punto en el que la salud y el bienestar de nuestros pacientes depende de la actitud que adoptemos los profesionales sociosanitarios. Nuestro camino es adoptar ‘Locus de control interno’, impulsado por una gran inteligencia emocional que ha derivado en un alto grado de resiliencia.

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