Vicente Matas Aguilera. CESM Granada
Los médicos de todo el Sistema Nacional de Salud, realizan la jornada habitual del resto de los trabajadores del servicio de salud, o del resto de los funcionarios, es decir 35 o 37,5 horas a la semana, que es lo que se denomina jornada ordinaria. Además, y por encima de esta jornada, estamos obligados a realizar una jornada complementaria o lo que comúnmente se denomina guardias para así poder atender a la población durante las 24 horas del día, los 365 días del año, con lo que fácilmente llegamos a las 48 horas por semana, que constituye nuestra jornada semanal real (máximo permitido por la normativa de la UE y que se aplica en España desde 2004.
La profesión exige unos altos niveles de formación continuada. Sin embargo, estas 48 horas semanales (jornada real para el médico) se dedican fundamental y casi exclusivamente a la asistencia sanitaria y en menor medida a tareas de gestión clínica, docencia e información. Pero esto sólo representa una parte de las funciones que tiene encomendadas el médico.
Tradicionalmente los médicos hemos dedicado muchas horas a nuestra formación, es una necesidad en una profesión donde los conocimientos no paran de evolucionar y lo hacen a un ritmo vertiginoso, hasta ahora lo hacíamos sólo por vocación y compromiso con los ciudadanos y la sociedad, pero desde hace unos años, además de nuestro afán personal de superación, se ha producido un cambio sustancial al convertirse en una obligación deontológica y un imperativo legal, justificado como base de un sistema imprescindible para propiciar el desarrollo del sistema sanitario de acuerdo con el principio de calidad asistencial y de mejora permanente de las prestaciones sanitarias, sin que se hayan dispuesto los medios materiales para ello. La elevada presión asistencial a la que estamos sometidos hace que los tengamos que cumplir la obligación (deontológica y legal) de formación continuada para la actualización de conocimientos, así como la investigación que favorece estos avances, fundamentalmente, en nuestro tiempo libre y que ello, sin duda, supone varias horas semanales a expensas de nuestro tiempo de ocio y el dedicado a la vida familiar.
No hemos encontrado ningún estudio detallado sobre el tiempo que los médicos dedican fuera de su jornada laboral a mantener actualizados sus conocimientos, adquirir nuevas habilidades, etc. aunque es evidente que lo hacemos.
Este estudio realizado por el centro de estudios SIMEG y en el que han participado 2.860 médicos arroja como primeras conclusiones, algo que ya sospechábamos y ahora constatamos, los médicos dedican mucho tiempo fuera de su jornada laboral a mantener actualizados sus conocimientos, para poder así prestar una asistencia de calidad.
En resumen:
- La formación de los médicos es una necesidad para la profesión por la rápida evolución de los avances en salud y un compromiso moral de los profesionales con la sociedad y los ciudadanos, pero además es una obligación deontológica y legal.
- Los médicos carecen de tiempo suficiente en su jornada laboral, para atender sus necesidades formativas, de actualización de conocimientos y adquisición de habilidades por lo que se ven obligados a realizarlo fuera de ésta, a expensas de su tiempo libre y de ocio.
- Los médicos dedican a lo largo de toda su vida profesional un elevado número de horas a la semana a su formación continuada para garantizar la mejor asistencia a los ciudadanos.
- Más del 69% de los médicos encuestados dedican 5 o más horas a su formación continuada fuera de la jornada laboral para poder garantizar la calidad de los servicios prestados.
- Un escaso 3,53% de los médicos encuestados declaran dedicar menos de 3 horas a la semana a su formación fuera de la jornada laboral.
- Se encuentran diferencias importantes en el tiempo dedicado a formación en tiempo libre entre los grupos de edad, de tal forma que los más jóvenes suelen dedicar mayor tiempo a la formación y muy especialmente el grupo de los residentes en su mayor parte menores de 35 años de edad.
- No se aprecian grandes diferencias en la distribución por sexos en la dedicación a la formación fuera de la jornada laboral. Tampoco se aprecian diferencias llamativas entre los grupos de personal contratado y personal fijo. Si dedican mayor tiempo libre a formación el grupo de residentes.
- El esfuerzo adicional que los médicos realizan no tiene ningún tipo de reconocimiento ni remuneración.
- La Jornada real del médico debe contemplar el reconocimiento de su jornada ordinaria, la jornada complementaria y la dedicación de estos profesionales fuera de la jornada laboral y, por tanto, debe reconocerse como la más alta exigida a ningún otro trabajador por cuenta ajena.
- El cómputo de jornada efectivamente realizada por el médico debe incluir el tiempo dedicado por este a la formación médica continuada.