..Eduardo Enríquez Valcárcel. Director de proyectos Fundación Casaverde.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España, alrededor de 130.000 personas al año padecen un ictus, siendo la segunda causa de muerte entre los españoles, la primera causa de muerte en la mujer, y la primera causa de discapacidad. Dos de cada tres personas que presentan una dependencia grave o total como consecuencia de haber sufrido un ictus pueden recuperar la independencia o cuidados mínimos si reciben una rehabilitación intensiva o temprana, según recientes estudios efectuados por la Fundación Casaverde.
Valorando la relevancia del Daño Cerebral Adquirido (DCA) como causa de discapacidad, el INE aporta los datos más recientes en cuanto a población española en la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia (2008, pendiente su actualización durante 2021), donde se indica que hay más de 506.800 personas con discapacidad producida por un daño cerebral adquirido, de las cuales el 51,5% son mujeres.
El ictus es la segunda causa de muerte entre los españoles, la primera causa de muerte en la mujer, y la primera causa de discapacidad
Debido a la importancia del ictus como causa más frecuente del DCA y como principal causa de discapacidad el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó en 2008 la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud. Entre sus objetivos se incluyen aspectos relacionados con la rehabilitación neurológica del paciente, entendiéndose como un proceso terapéutico que pretende que la persona afectada desarrolle de nuevo el máximo potencial físico, cognitivo y social.
El objetivo principal de la rehabilitación neurológica es, a través de un programa de rehabilitación integral e individualizado dirigido por un equipo multidisciplinar, alcanzar la máxima recuperación de las capacidades motoras, cognitivas, comunicativas, conductuales y emocionales, consiguiendo el mayor grado de autonomía e independencia posible, proporcionando, con ello, la mayor calidad de vida al paciente y sus familiares.
El objetivo principal de la rehabilitación neurológica es la rehabilitación integral
A la incidencia de personas que sufren un ictus, junto con el nivel de dependencia que provoca la enfermedad, hay que sumarle que el número de ictus se está incrementando en personas más jóvenes. En los últimos veinte años se ha incrementado en más del 25% el número de ictus en personas con edades que oscilan entre los 20 y 64 años, además, la SEN estima un aumento del 0,5% de los casos en menores de 20 años.
Estos datos ponen de manifiesto la importancia de la rehabilitación neurológica, que consigue, según estudios de la Fundación Casaverde, que un ochenta por ciento mejoren su situación funcional y más de un sesenta por ciento recuperen su independencia o cuidados mínimos.
Con la rehabilitación neurológica un 80% mejoran su situación funcional y más de un 60% recuperan su independencia o cuidados mínimos
Estos resultados no sólo logran una mejora significativa en la calidad de vida de las personas, sino que es un proceso costo-eficiente, no sólo porque consigue una reducción de las reagudizaciones del episodio ictal, sino porque la rehabilitación neurológica reduce el número de personas con dependencia tras un ictus, lo que reduce a su vez el coste asociado a la Ley de Dependencia.
Conocedores de su importancia, es necesario trabajar en proyectos de investigación que pongan en valor la rehabilitación neurológica con estudios enfocados en obtener datos rigurosos sobre la efectividad de la rehabilitación neurológica a corto, medio y largo plazo, así como también estudios que ayuden a mejorar la calidad de atención mediante una correcta continuidad asistencial en DCA.