..Ramiro Urioste. Abogado en DS Legal Group. Especialista en derecho sanitario.
El pasaporte Covid se llama certificado digital verde y nace con la vocación de facilitar la circulación segura dentro de la UE y desatascar el oxidado engranaje de la economía. Será gratuito, en papel o en código QR y se entregará a aquellos que se hayan vacunado, certifiquen una prueba RT-PCR, de antígenos o se hayan recuperado del Covid.
El pasaporte Covid deja espacios de autonomía e imaginación
La propuesta unifica criterios para los 27 de la Unión, pero deja espacio a la autonomía e imaginación de cada estado en tres importantes aspectos
Vacunas
Primero. Inicialmente el pasaporte verde se entrega solo a quien lleve puesta una de las vacunas autorizadas para comercialización por la unión europea, pero cada estado miembro tendrá potestad de sumar a la lista inicial, las vacunas que considere oportunas. A nadie se le escapa, que detrás de cada nueva vacuna que se incorpore a la lista, hay millones de nuevos potenciales visitantes a un país.
Caducidad del pasaporte
Segundo. ¿Qué ocurre con las personas que hayan pasado la enfermedad? Se considera que existe un periodo de recuperación de 180 días y con ello de vigencia del certificado, pero realmente no hay un criterio temporal para considerar cuanto tiempo se mantiene la inmunidad. Siguiendo lo anterior, cada país será autónomo para decidir hasta donde extiende la caducidad del pasaporte.
El pasaporte Covid deja espacio en cuanto a vacunas, caducidad e internacionalidad
Por lo tanto, los países que amplíen el listado de vacunas admitidas, el periodo de inmunidad o la vigencia del certificado, estarán facilitando el acceso a sus fronteras. Los países de la Unión, que por su situación particular decidan en un momento dado implementar restricciones de acceso, podrán hacerlo, pero deberán comunicárselo a la Comisión y motivar las razones.
Vocación internacional
Tercero. Según la propuesta de certificado digital verde, Los certificados no solo se aplican a los ciudadanos europeos, sino también a sus familiares, al margen de la nacionalidad que estos tengan.
Aunque es de aplicación comunitaria, el certificado nace con una vocación de aplicación universal más allá de nuestras fronteras, lo que nos lleva al necesario entendimiento con otros “pasaportes” internacionales que se creen, en otros continentes. Los convenios con potenciales países emisores de visitantes serán una prioridad para España.
El certificado digital verde, nace con criterio de temporalidad y se suspenderá cuando la OMS declare el fin de la emergencia pública internacional por Covid-19, hasta entonces los países receptores de turismo como España se embarcarán en una dura competencia por hacer más accesibles sus fronteras y hacer grande la letra pequeña que regule el certificado. Un difícil pero necesario equilibrio que requerirá de responsabilidad a todos los niveles.