Prevenir recaídas, el principal objetivo de los pacientes con enfermedades mentales

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..Redacción. 
Prevenir las recaídas es el principal objetivo en los pacientes con enfermedades mentales que llegan a las unidades de agudos. Una prevención pasa por que exista una coordinación en todo el proceso, tanto diagnóstico como en el seguimiento del paciente. Es decir, desde su ingreso y hasta que recibe el alta. Así, lo han manifestado los expertos durante la celebración del Simposio Ulises, organizado con la colaboración de Janssen Pharmaceutical  Companies. El encuentro ha reunido de manera virtual a profesionales de la Salud Mental de toda España. El objetivo principal era debatir y actualizar diferentes aspectos relacionados con el abordaje del paciente en situación aguda a través de todos los niveles asistenciales: alta de la planta de agudos, así como la coordinación y continuidad de cuidados en los centros ambulatorios. La jornada se ha celebrado bajo el lema Por una travesía de calidad en las unidades de agudos’. 

Prevenir las recaídas es el principal objetivo en los pacientes con enfermedades mentales que pasan por las unidades de agudos

En este contexto, la Dra. Ana González Pinto, del Hospital Santiago Apóstol en Vitoria, ha explicado que “ el objetivo fundamental de este tipo de reuniones es dar a conocer el trabajo de las unidades de agudos de Psiquiatría. Poner en común las herramientas para prevenir las recaídas. Así como subrayar la importancia de considerar la perspectiva del paciente y de humanizar las estructuras hospitalarias y la atención que éste recibe”.

Tal y como ha comentado la doctora, la situación de estas personas también se ha visto afectada por la pandemia que estamos viviendo. “La pandemia ha dificultado su atención. No solo por la necesidad de tener que realizar PCR a los pacientes y cumplir con las medidas impuestas para prevenir los contagios, sino por la reducción en el número de camas de las que disponíamos habitualmente”, ha añadido la Dra. González Pinto.

En la mayoría de los casos, estas personas llegan a las unidades de agudos desde el Servicio de Urgencias, y se mantienen hospitalizados entre 15 días y un mes, dependiendo de la gravedad y respuesta terapéutica. “ Al mejorar, se les da el alta a unidades de día de transición, en los centros que las tienen, o se les remite al Centro de Salud Mental”, explicó la Dra. González Pinto. Así, ha insistido en que la coordinación con estos centros es fundamental, ya que uno de los objetivos básicos es evitar que los pacientes recaigan.

Según ha destacado la Dra. González Pinto, la pandemia producida por el Covid-19 ha dificultado la atención y la situación de las personas con enfermedades mentales

Respecto al tratamiento, existen tres objetivos fundamentales. En primer lugar, tratar rápidamente los síntomas que generan sufrimiento y pensando en el largo plazo, para que su vida sea mejor tras ese ingreso, sin descuidar su salud física. En segundo lugar, realizar un abordaje farmacológico y psicológico combinados. Y, en tercer lugar, que todo ello se lleve a cabo desde la humanización de la práctica clínica, explicando bien al paciente por la situación que está pasando.

Humanización de las unidades de agudos
Otro de los aspectos que se han tratado en este encuentro es la humanización en las unidades de agudos. Algo que, según los profesionales, pasa por educar, enseñar y conseguir un trato más cercano con las personas que tienen un trastorno mental. Para la Dra. Marina Díaz Marsá, del Hospital Clínico de Madrid, “esto se puede conseguir desde el respeto y el trato digno a las personas con trastorno mental. Es decir, desde la adecuación de los espacios en las unidades de agudos, desde la mejora en las condiciones de los traslados hospitalarios, desde la protocolización de las medidas de ingreso involuntario, entre otros. Se podría decir que el núcleo de la humanización va de la mano de tener una escucha activa, de tener una actitud empática y de establecer una complicidad con el paciente. Además todo lo que haga más fácil y agradable los ingresos ayudan también a humanizar la asistencia” .

Dra. Díaz Marsá: “La humanización de estas unidades pasa porque los profesionales sanitarios realicen una escucha activa y tengan complicidad con el enfermo que tratan”

Los profesionales sanitarios que trabajan en esos entornos deberían desarrollar una serie de cualidades indispensables a la hora de comunicarse. “La primera es escuchar, que no es lo mismo que oír. Se trata de prestar atención e interesarse de verdad por la persona que tienes en frente y empatizar con la realidad de esa persona que sufre. Y, por último, también hay que tener una actitud empática y de respeto con los familiares de los pacientes que muchas veces se encuentran temerosos, sorprendidos y sin entender lo que está pasando, dedicándoles tiempo y espacio” , añade la Dra. Díaz Marsá.

Aunque se han mejorado mucho los aspectos legales y técnicas, protocolizando medidas y tratamientos acordes a la ley, la Dra. Díaz Marsá comenta que aún quedan bastantes áreas de mejora. “A veces no se trata de una cuestión económica, sino que se trata de que el personal sanitario entienda y reflexione sobre la situación que está viviendo el paciente y le dé el mejor de los tratos. No obstante, quedarían algunos aspectos de mejora que tienen que ver con los traslados; con la atención en urgencias, entre otros. El tratamiento no termina cuando el paciente sale de la unidad de agudos, sino que se debe trabajar en coordinación con el centro de salud mental para lograr que el paciente tenga una vida digna y plena en el plano social, familiar y laboral”.

Las expertas han manifestado que es importante que las personas con trastorno mental participen y formen parte de los planes de salud mental

En este contexto, es importante que las personas con trastorno mental participen y formen parte de los planes de salud mental. “Es clave contar con su opinión. Los planes de salud mental asistenciales están desarrollados por enfermeras, psiquiatras… pero no suelen formar parte de esos grupos de trabajo las personas con trastorno mental. Y sin duda, la visión de ellos es imprescindible para desarrollar la mejor de las asistencias”. “Finalmente, como diría Carlos Mañas, no podemos hablar de una humanización de la asistencia sanitaria psiquiátrica si ésta no se materializa vía sensorial, con una mirada sincera y un tono cómplice hacia el que sufre”, concluyó la Dra. Díaz Marsá.

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