Javier Elola (IMAS): Hay una enorme brecha entre los “héroes de la pandemia” y su papel marginal en la sanidad

Javier Elola

..Redacción.
Javier Elola es el presidente de la Fundación IMAS (Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria). Ha sido uno de los protagonistas del segundo IDIalogoS que organiza la Fundación IDIS. “En lugar de reconocer la labor del profesional, lo que hay que hacer es reconocerlo como el principal activo del sistema”, decía en este foro el propio Javier Elola. Ha querido profundizar en sus distintas aportaciones en una entrevista con iSanidad.

¿Qué papel juega el profesional sanitario en el propio sistema sanitario?
El contestar que los profesionales sanitarios juegan un papel central en el sistema sanitario es una obviedad retórica. Lo cierto es que, siendo y debiendo ser su papel central, el profesional sanitario está marginado del proceso de toma de decisiones en política sanitaria; no tiene autonomía para organizar y gestionar los servicios; no participa efectivamente en regular su profesión, como sucede en la mayoría de los países desarrollados; tiene muy escasos incentivos para mejorar la calidad y la eficiencia de la asistencia, ni para su formación continuada, ni para investigar… En otras palabras, hay una enorme brecha entre la retórica de los “héroes de la pandemia” y su papel marginal en la sanidad. Si son héroes, lo son del silencio.

El profesional sanitario está marginado del proceso de toma de decisiones en política sanitaria

¿Es bueno que el profesional sanitario participe de las decisiones y la estrategia además de en la labor asistencial?
No es que sea “bueno”, es necesario. No existe posibilidad de mejorar la eficiencia (organización y gestión) y la calidad (resultados en salud y calidad de vida) de la asistencia sanitaria sin que los profesionales participen efectivamente en la toma de decisiones. Ahora, por ejemplo, se está hablando de la transformación, resiliencia, digitalización… del Sistema Nacional de Salud que se pueden derivar de los Next Generation Funds; pues bien, los recursos y proyectos vinculados al plan de recuperación no lograrán el objetivo de transformar el sistema sanitario si los profesionales no participan a través de sus entidades (sociedades científicas, en el caso de los médicos).

Para Javier Elola es necesario que el profesional sanitario participe de las decisiones y la estrategia además de en la labor asistencial

¿Puede ayudar al sistema hacer una evaluación de la aportación de cada uno de los agentes implicados en el sistema sanitario?
Para evaluar hay que definir cuáles son los fines del sistema sanitario. Desde la Fundación IMAS nos parece que una buena definición de los objetivos es lo que se ha denominado “quadruple aim”: mejorar la salud, mejorar la experiencia del paciente y del profesional y hacer un uso óptimo de los recursos destinados a sanidad.

¿Ha cambiado la pandemia del Covid las necesidades del sistema?
La Covid-19 ha generado unas necesidades específicas, pero no ha cambiado las necesidades del sistema. Las necesidades de transformación del sistema sanitario han sido señaladas desde hace tiempo. Por apuntar un antecedente, los documentos de “Retos del Sistema Nacional para la próxima legislatura”, elaborados por la Fundación IMAS y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) en 2015 y 2019, ya señalaban las necesidades de transformación del sistema.

La pandemia no ha cambiado las necesidades del sistema, las necesidades de transformación han sido señaladas desde hace tiempo

¿Qué necesita en futuro próximo la sanidad para recuperarse y volver a ser lo que la sociedad requiere?
Hay que refundar el sistema. La sociedad española ha cambiado notablemente desde la Ley General de Sanidad de 1986, en términos demográficos, sociales, de desarrollo científico y tecnológico, económicos, de expectativas de los ciudadanos, etc. Hay que construir un sistema sanitario a la altura de los retos de los españoles del siglo XXI. Esta refundación debe respetar los principios establecidos por la Ley de Sanidad y ampliamente aceptados: un sistema sanitario público de cobertura universal, financiado por impuestos, con una amplia cartera de servicios, de calidad y gratuito en el momento de uso. Partiendo de estos principios generales de funcionamiento del sistema sanitario, los ejes que proponemos para su transformación son:

  • Evolucionar desde un sistema centrado en la enfermedad a otro enfocado a la salud.
  • Integrar a los pacientes como agentes activos en la promoción de su salud y en la prevención y gestión de su enfermedad.
  • Transformar un sistema sanitario focalizado en la asistencia sanitaria a otro que atienda a todos los determinantes de la salud, incluyendo los determinantes sociales.
  • Evitar la actual asistencia fragmentada en “silos” (primaria/especializada; servicios sanitarios/servicios sociales; etc.) desarrollando un sistema integrado que garantice la continuidad asistencial.
  • Transformar un sistema que, como dramáticamente ha puesto de manifiesto la pandemia, deja fuera de foco los aspectos relacionados con la dependencia, la discapacidad, la fragilidad y el riesgo social, a un sistema que integre la atención a estas situaciones.
  • Organizar el sistema alrededor de las necesidades del paciente, que en la actualidad debe adaptarse, en ocasiones con gran dificultad y coste, a la organización de los servicios sanitarios.
  • Evaluar el desempeño del sistema por el logro de los objetivos mencionados (“quadruple aim”) y especialmente en términos de resultados en salud.

¿Puede el concepto “hospital” salir de sus cuatro paredes?
Lo que se ha denominado “asistencia hospitalaria” salió de las paredes del hospital hace mucho tiempo; de hecho, en España, es así desde que en 1987 se integró la asistencia especializada de los ambulatorios de especialidades. La asistencia hospitalaria debe adaptarse a la transformación del sistema que hemos comentado antes. La Fundación IMAS ha colaborado con la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en un grupo integrado por otras sociedades científico-médicas; entidades de otros profesionales sanitarios, como enfermería, asistencia social, etc.; y organizaciones de pacientes, en la elaboración del informe “El Hospital del Futuro”, en el que se propone una evolución del “hospital” que consideramos precisa y que se resume en nueve puntos (Gómez-Huelgas R, y cols. El hospital del futuro en 10 puntos. Rev Clin Esp 2020;220:444-449):

  • El hospital se configurará como una plataforma (hub) de alta intensidad tecnológica al servicio de las redes asistenciales. ¿Hacia «organizaciones para el mantenimiento de la salud»?.
  • El hospital se organizará por procesos asistenciales.
  • La intensidad tecnológica y de cuidados aumentará, la duración de la estancia disminuirá y el hospital deberá asegurarla calidad 24 h del día los 365 días del año.
  • La atención sistemática al paciente crónico complejo desdibujará las barreras entre atención especializada, atención primaria y los servicios sociales.
  • El paciente dejará de ser un sujeto pasivo, integrándose activamente en el equipo de salud.
  • Las áreas y unidades asistenciales sustituirán a la actual estructura en servicios y especialidades de los hospitales.
  • La digitalización modificará radicalmente la organización y la prestación de servicios, dentro y fuera del hospital, facilitando la asistencia ambulatoria y domiciliaria.
  • La gobernanza de los hospitales establecerá un equilibrio entre gestores y clínicos, incorporará a los pacientes a través de sus organizaciones y transferirá capacidad de gestión a las redes y unidades asistenciales.
  • Variabilidad organizativa, homogeneidad en calidad y organizaciones duales.

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