Guillermo Vázquez (Sergas): “La gran barrera para la transformación digital es la ausencia de un modelo de gobernanza común”

Marcos Míguez/La Voz de Galicia

..Juan Pablo Ramírez.
Existen hoy infraestructuras suficientes para llevar a cabo una transformación digital del Sistema Nacional de Salud, aunque resulta necesario un modelo de cogobernanza común entre las comunidades autónomas. Así lo explica en esta entrevista con iSanidad el subdirector de Sistemas y Tecnologías de la la Información del Área Sanitaria de La Coruña del Servicio Gallego de Salud, Guillermo Vázquez. Precisamente la Fundación Instituto Roche ha publicado recientemente el estudio Propuesta de recomendaciones para la transformación digital del sistema sanitario para la incorporación de la Medicina Personalizada de Precisión donde analiza puntos de mejora.

¿Existe en nuestro país, capacidad e infraestructuras suficientes para gestionar y analizar las grandes bases de datos que se están generando?
Si hablamos a nivel estatal, el problema no son las infraestructuras. Existe suficiente capacidad técnica para iniciar un proceso de este tipo si contamos con las infraestructuras centrales de los servicios de salud, de los grandes hospitales e incluso con los centros de cálculo público. Realmente la gran barrera es la ausencia de un modelo de gobernanza común entre todas las comunidades. En este modelo de gobernanza se deberían de catalogar no solo las bases de datos, sino las variables existentes y que son necesarias para una transformación digital.

Si hablamos a nivel estatal, el problema no son las infraestructuras. Existe suficiente capacidad técnica

Parto de la base de que hemos informatizado lo analógico y tenemos que orientarnos hacia una informatización de modo digital. Hay que establecer unas estrategias de interoperabilidad comunes y obligatorias y garantizar el cumplimiento de la normativa ético-legal en materia de datos de salud. Pero sí hay infraestructuras suficientes para hacerlo.

Es posible acceder a la información entre instituciones?
En este momento ya existen intercambios entre las distintas comunidades. Destacaría dos proyectos: la historia clínica digital del Sistema Nacional de Salud que patrocinó el Ministerio de sanidad y que facilita el intercambio de las historias clínicas. Es accesible desde cualquier público desde cualquier hospital o centro de salud del Estado español. El otro gran proyecto es la receta electrónica interoperable del SNS, también patrocinado del Ministerio. Nos permite que una dispensación farmacéutica se pueda hacer a partir de una prescripción realizada en otra comunidad.

La gran barrera para la transformación digital es la ausencia de un modelo de gobernanza común entre todas las comunidades

El intercambio de información es posible pero se necesita definir para una mayor profundidad el modelo de gobernanza e interoperabilidad y, sobre todo, el modelo de uso, que tiene que ser ajustado a la ley.

¿Cómo se puede garantizar la interoperabilidad, funcionalidad y calidad de los datos?
La interoperabilidad y la funcionabilidad se garantizan cuando utilizamos estándares. En primer lugar, estándares de intercambio de mensajería y de imágenes. Surge un nuevo desafío porque se está incorporando el intercambio de imágenes de anatomía patológica. Va a transformar totalmente el modelo diagnóstico de la anatomía. Luego los estándares de terminología, como el catálogo internacional de enfermedades para identificar los resultados de laboratorio de forma universal. También son importantes los estándares de documentación como el CDA que define la arquitectura de un documento clínico, o CDR, que fija cómo deben ser los repositorios de datos clínicos, el CDD para la continuidad asistencial.

En definitiva, deberíamos trabajar con interoperabilidad organizacional que nos va a permitir redefinir los procesos en digital. Además debemos contar con interoperabilidad semántica que va a permitir intercambiar información de tal manera que la entiendan los sistemas y los usuarios. La interoperabilidad, por su parte, facilitará que hacer comprensible distintos documentos con el cambio de idioma. Por último, la interoperabilidad técnica que permite que dialoguen los diferentes sistemas tecnológicos.

Se está incorporando el intercambio de imágenes de anatomía patológica que va a transformar totalmente el modelo diagnóstico

Pero para garantizar los datos además debemos establecer estrategias adecuadas de análisis. Es decir, que sean exactos, completos, atemporales y auditables. Este proceso debe formar parte de una estrategia de estandarización y gobernanza de transformación digital del SNS.

¿Existe protección jurídica que permita resolver los problemas de privacidad y ciberseguridad?
Desde mi punto de vista sí. Las herramientas legales con las que contamos son suficientes. Para esta transformación digital pondrá en valor dos. Por un lado, la Ley de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales y el reglamento general de protección de datos vigente desde el 5 de mayo es más que suficiente. El reglamento se condensa en principios que son muy claros. El principio de tratamiento lícito y transparente para el interesado. Solo podemos recoger datos para la finalidad que se busca.

El principio de minimización de datos que obliga a usar para el objeto de nuestra actividad solo los datos que precisamos. El principio de exactitud que dice que los datos no solo tienen que ser exactos sino también actualizables y además debemos de fijar mecanismos que nos permitan corregirlos i incluso eliminarlos. También hay que tener en cuenta el principio de la limitación del plazo de conservación. Se debería eliminar el acceso a un dato en el momento en que decae el objeto por el que fue recogido. Debemos seguir además el principio de integridad y confidencialidad que entronca directamente con la ciberseguriudad. Es un tema cada vez más preocupante.

Las herramientas legales con las que contamos son suficientes: la ley de protección de datos y el reglamento de protección de datos

Por otro lado, tenemos la Ley 40/2015 que en su artículo 56 define el esquema nacional de seguridad. Tiene unos objetivos muy claros para crear las condiciones necesarias de seguridad en el uso de medios electrónicos. Además hay que promover la gestión continuada de la seguridad. Nuestras organizaciones tienen a creer que la seguridad es algo puntual y no. Se trata de una labor absolutamente continua. Tenemos que hacer lo posible para prevención de ataques. El tratamiento de la seguridad debe ser muy homogéneo. Es decir, resulta necesario establecer un modelo de buenas prácticas. El problema no es la legislación, sino que la seguridad es algo típicamente maltratado en la administración sanitaria española. No se destinan ni recursos económicos ni recursos humanos. Es la gran dificultad para la implementación y ha provocado que la seguridad no es encuentre en el ADN de nuestras organizaciones.

¿Qué retos conlleva la anonimización de los datos y por qué es importante?
Si volvemos a los principios recogidos en el reglamento, las instituciones sanitarias deben tener definida una estrategia de anonimización de datos adecuada. Esto va a cambiar en función del uso de la información y del perfil del que accede a la información. Los datos deben tener siempre un tratamiento diferenciado dependiendo del caso de uso. Si intentamos hacer una agrupación sencilla de casos de uso, existen tres grandes grupos: asistencial con el paciente, el uso para la calidad asistencial y la investigación clínica o básica.

El problema no es la legislación, sino que la seguridad es algo típicamente maltratado en la administración sanitaria española

En el caso de investigación, debemos determinar la naturaleza del estudio. Siempre recomendamos que se haga a partir de datos agregados, anonimizados y seudonimizados. Si es necesario utilizar datos no anonimizados, se requiere el consentimiento informado. En el caso de ensayos clínicos es muy más claro. Si es el clínico siempre debe pedir consentimiento informado y si es un investigador básico el acceso siempre debe ser a datos anonimizados y seudonimizados. Es imprescindible que los sistemas digitalizados se provean de estos mecanismos automatizados de registro de proyectos que nos permiten hacer de la investigación algo muy habitual en nuestro entorno. Se trata de un déficit continuo del SNS que no potencia la investigación.

¿Por qué y para qué es importante garantizar con seguridad el uso secundario de los datos?
Un dato es un elemento primario de información que por sí solo no es relevante para la toma de decisiones. Pero si a ese dato le aplicamos procesos de categorización, contextualización, etc., conseguimos un conjunto de datos que ya tiene un significado y adquiere utilidad para la toma de decisiones. Es el dato que utiliza habitualmente el médico cuando está delante del paciente.

Si además este conjunto de datos lo comparamos con otros elementos buscamos conexiones y aplicamos procesos de comparación y producción de consecuencias o análisis de patrones generamos nuevo conocimiento, que conseguimos que se retroalimente con la aportación de los profesionales y la utilización de tecnologías como el big data o inteligencia artigicial, sobre todo, modelos de aprendizaje como machine learning. El uso secundario genera conocimiento, mejora la salud y provee de potencia investigadora que genera investigación y riqueza.

El uso secundario genera conocimiento, mejora la salud y provee de potencia investigadora que genera investigación y riqueza.

¿Qué medidas deberían implantarse para llevar a cabo una transformación digital?
Para llevar a cabo esta transformación digital, en primer lugar habría que definir un modelo de gobernanza común. Lo debería coordinar el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Una vez definido, la pllítica debe ser generosa y permitir que los profesionales, los técnicos y los expertos definan esta gobernanza. Ligado a este modelo habría que establecer las estrategias de interoperabilidad comunes y además obligatorias. Con estos pasos ya dados, quedaría hacer un reingeniería de procesos pensando en digital. En este proceso habría que ser muy estrictos en el cumplimiento de la legislación vigente en materia de datos y seguridad.

Es imprescindible incorporar nuevos perfiles sanitarios para que la transformación tenga éxito. Debería contar con más informáticos con el apellido sanitario. Se trata de perfiles poco frecuentes en nuestro entorno pero que van a definir la medicina moderna. Por último habría que incorporar infraestructura: capacidad de cómputo y de almacenamiento, que nos permitan pasar de un modo reactivo a otro predictivo que está aprendiendo continuamente. Es imprescindible potenciar el talento. No podemos permitirnos el lujo de que todos los que idean estos procesos tengan que irse del país. Esto es terrible.

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