Casi el 50% de los errores de medicación en menores se producen al ajustar las dosis

Alfonso González
El estudio ‘Análisis del perfil de seguridad en la prescripción pediátrica en hospitales en España e impacto de las intervenciones farmacéuticas’, presentado en el 57º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), recoge que el 49,3% de los errores de medicación en pacientes pediátricos se producen en el momento de ajustarles las dosis.

La investigación ha sido realizada en ocho hospitales pediátricos españoles a pacientes de entre 1 y 18 años durante los meses de julio y octubre del año pasado. Los datos muestran que la mitad de los errores (51,9%) podían considerarse significativos, un 19% clínicamente serios y un 25 potencialmente letales.

El farmacéutico del hospital es clave en el uso de los medicamentos, siendo la “validación terapéutica” una de las actividades que realiza con esa finalidad, que es uno de los contenidos protagonistas del programa científico y consiste en revisar la prescripción médica que se va generando en el centro con el fin de identificar riesgos y evitar errores asociados a la medicación.

Para la jefa de Sección del Servicio de Farmacia Hospitalaria de la Clínica Universitaria de Navarra, Azucena Aldaz, esta labor supone “un valor añadido y es una responsabilidad profesional del farmacéutico de hospital, que aporta más calidad a la farmacoterapia e incrementa la seguridad de los pacientes”.
“Se han seleccionado las áreas de pacientes críticos y urgencias porque en ellas diariamente desarrollan su labor muchos profesionales y progresivamente va ampliándose su presencia por la demanda generada. El objetivo es la adquisición de destrezas y conocimientos en la validación de la prescripción en estos pacientes que atraviesan una situación complicada”, ha apuntado Aldaz.

Por otro lado la historia clínica facilita enormemente el trabajo de validación al poder acceder con inmediatez a los datos necesarios con vistas a validar y, del mismo modo, permite la inclusión de ayudas tanto para la prescripción del médico como para la validación del farmacéutico mediante distintos avisos de alertas como alergias que pueda tener el paciente, avisos de dosis máximas”.

La validación de la prescripción siempre debe ser “de calidad” dada la repercusión directa que misma tiene sobre el paciente. En ese sentido, Aldaz ha subrayado que fundamentalmente “se trata de una revisión del tratamiento farmacoterapéutico prescrito con la intención de optimizarlo, aportando el conocimiento de la ciencia farmacéutica”.

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