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Los aerosoles que se generan al utilizar los dispositivos de vapeo tienen un impacto negativo en la capacidad de funcionamiento de los vasos sanguíneos, en comparación con el humo de los cigarrillos tradicionales. Así se desprende de una investigación preliminar en ratas presentada en las Sesiones Científicas de Ciencias Cardiovasculares Básicas 2021 de la Asociación Americana del Corazón.
A pesar de que el vapeo se suele promover como una alternativa menos dañina que fumar cigarrillos tradicionales, el impacto de los aerosoles de los cigarrillos electrónicos; productos de tabaco calentados y los nuevos dispositivos de vapeo ultrasónico sin bobina, sobre la función cardiovascular es todavía limitado, según los investigadores.
Dr. Springer: “Esta investigación subraya la importancia de asesorar a los pacientes sobre los riesgos del vapeo porque sí afecta a la función cardiovascular”
“Cuando se inhala una suspensión de partículas o una niebla, ya sea de tabaco o de marihuana, ya sea de humo o de aerosol, todo tiene el mismo efecto, explica el Dr. Matthew L. Springer, autor principal del estudio y profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco. Ahora, esta investigación “subraya la importancia de asesorar a los pacientes sobre los riesgos del vapeo porque sí afecta a la función cardiovascular“.
En concreto, el trabajo se centra en comprobar el impacto de los aerosoles generados por el vapeo en la función del endotelio, que recubre el interior del corazón y los vasos sanguíneos. La reducción de la función endotelial suele preceder al desarrollo de la aterosclerosis, la acumulación de material graso en las arterias. Además, suele ser un factor de predicción de un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco.
Medición de la dilatación mediada por flujo
Así, los autores midieron la dilatación mediada por flujo (DMF), un indicador de la función endotelial y de la salud general de los vasos sanguíneos. La DMF se midió en las ratas antes y después de la exposición a los aerosoles de propilenglicol (PG), glicerina vegetal (VG); propilenglicol y glicerina vegetal (PGVG); cápsulas de sal de nicotina al 5% de tres sabores diferentes (tabaco de Virginia, mango y mentol); un cigarrillo electrónico con nicotina libre; un producto de tabaco “sin calor” y un dispositivo de vapeo ultrasónico sin bobina. El humo de los cigarrillos y el aire limpio fueron los controles del estudio.
Los autores midieron en ratas la dilatación mediada por flujo (DMF), un indicador de la función endotelial y de la salud general de los vasos sanguíneos
Los investigadores realizaron una comparación cara a cara en once grupos de ratas con ocho ratas en cada grupo. De forma que expusieron a las ratas a los nueve productos de vapeo, así como a los controles de cigarrillos combustibles y aire limpio. Las ratas fueron expuestas a los productos durante una sesión que consistía en diez ciclos de inhalación de cinco segundos cada 30 segundos durante un periodo de cinco minutos. Para medir la DMF, se midió la arteria femoral, una gran arteria del muslo, con un micro-ultrasonido.
Los investigadores descubrieron que, tras una sola sesión de cinco minutos de exposición, la función endotelial de las ratas se vio afectada de forma aguda por los aerosoles de todos los productos de vapeo. Asimismo, la dilatación de los vasos cayó entre un 40% y un 67% en todos los grupos, excepto en las ratas expuestas al aire limpio. Por lo que este deterioro de los vasos sanguíneos en los productos de vapeo era comparable al deterioro causado por los cigarrillos tradicionales (67%).
Dra. Rao: “Incluso sin el intenso calentamiento de la sustancia nicotínica, este aerosol perjudicó la función vascular como todos los demás productos”
En cuanto a la concentración de nicotina en sangre, esta era 8,7 veces mayor en las ratas expuestas al producto de tabaco calentado (una media de 61,4 ng/ml) que en las ratas expuestas al dispositivo de vapeo ultrasónico (una media de 7,0 ng/ml). Y 7,3 veces mayor que la de la generación anterior de cigarrillos electrónicos (una media de 8,4 ng/ml).
“Nos sorprendió descubrir que el nuevo dispositivo de vaporización ultrasónica también afectaba a la dilatación mediada por el flujo“, reconoce la Dra. Poonam Rao, autora principal del estudio. “Este nuevo dispositivo ultrasónico no tiene bobina de calentamiento, por lo que teóricamente debería ser más seguro que los cigarrillos electrónicos. Sin embargo, incluso sin el intenso calentamiento de la sustancia nicotínica, este aerosol perjudicó la función vascular como todos los demás productos“, añade la Dra. Rao.
Aunque estos resultados proceden de un experimento con animales, son aplicables a los seres humanos. “El enfoque que utilizamos para estudiar la función vascular en las ratas se parece mucho a lo que ocurre en los humanos. Se trata de un equivalente en roedores de una medida clínica habitual en humanos en la arteria braquial, el principal vaso sanguíneo del brazo (superior). Se sabe que los cigarrillos electrónicos pueden perjudicar la función vascular en los seres humanos. Si la niebla o el aerosol que inhalan las ratas tiene este efecto adverso, es probable que también ocurra en los humanos“, concluye el Dr. Springer.
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