El Ministerio reconoce que el SNS es una preocupación para todos los españoles

Lola Granada
La Sanidad española está siendo fuertemente sometida a duras críticas por parte de los colectivos sociales y profesionales durante los últimos meses, y ahora parece que entra en una etapa de mayor calma, fundamentalmente por el propio hastío de las protestas.

Para ayudar a relajar la crispación el Ministerio de Sanidad acaba de elaborar un informe amplio y muy pormenorizado de los problemas que aquejan al Sistema Nacional de Salud, planteando soluciones a cada una de las materias abordadas.

El informe, elaborado por una comisión de expertos formada por Juan Abarca Cidón, Carlos Alonso Bedate, Juan José Badiola Díez, Bartolomé Beltrán Pons, Ignacio Burgos Pérez, Angel Cariacedo Alvares, Mercedes Carreras Viñas, José Castillo Sánchez, Alfonso Castro Beiras, Adela Cortina Orts, Máximo Gonzalez Jurado, Miguel Angel Guzmán Ruiz, Guillén López Casanovas, Miguel Martín Jiménez, José Antonio Martin Urrialde, Alfonso Moreno Gonzalez, Carmen Peña López , Juan José Rodríguez Sendín, Jesús San Miguel Izquierdo, Alejandro Toledo Noguera, Antonio Zapardiel Palenzuela y Francisco Zaragoza García, que se pusieron en marcha por indicación del Consejo Asesor de Sanidad constituido el pasado 22 de enero, empezando a funcionar desde ese mismo día para hacer las aportaciones correspondientes, tras las diversas reuniones de trabajo que han mantenido hasta el pasado 11 de junio.

El informe, muy amplio, recoge varios aspectos esenciales de la sanidad. Como condiciones previas al mismo, a modo de preámbulo, se citan las siguientes:

  • Es fundamental para el conjunto de ciudadanos garantizar la sostenibilidad del SNS, para lo que hay que incluir reformas que puedan contribuir a su fortalecimiento y renovado vigor.
  • Desde la entrada en vigor de la Ley General de Sanidad ha transcurrido mucho tiempo en un sector muy dinámico.
  • No es de extrañar, por ello, que se hayan ido acumulando problemas y desajustes que hacen necesario afrontar un proceso de cambios para atender a los ciudadanos con calidad y eficiencia.
  • Esa necesidad de renovación y de puesta al día del sistema sanitario público se ha convertido en urgente al coincidir con serios problemas económicos, de deuda y morosidad, agudizados por la crisis económica y la caída de ingresos fiscales.
  • Para dar respuesta a estas circunstancias es preciso ser sensibles y consecuentes respecto a los diversos factores que están incidiendo de modo severo en la sostenibilidad nuestro sistema sanitario público. El primero de ellos, sin duda es el cambio demográfico que está experimentando la sociedad española. Es decir, la mayor esperanza de vida. Un aspecto que debe valorarse de modo positivo, pero que también obliga a dar respuesta a un mayor consumo sanitario, especialmente durante los últimos años de la vida. En pocos años la población mayor de 65 superará el 39% de los ciudadanos.
  • Otro factor es el incremento acelerado del gasto sanitario que se está registrando sin que se adopten mejoras de eficiencia significativas ni tampoco cambios en el modelo de financiación, ni en la forma de presupuestar, crónicamente deficitaria.
  • Es cierto que el gasto sanitario público se sitúa en la medida de la OCDE (en torno al 7%) pero también lo es que el ritmo de incremento no resulta sostenible y, menos aún, en un contexto de profunda crisis económica.
  • Otro factor a tener en cuenta es el panorama sanitario es el de la cronicidad. Seguimos instalados en un modelo asistencial de agudos, pese a la importancia de los pacientes crónicos.
  • A este fin se hace necesario potenciar la atención primaria, el papel de la enfermería, tener muy presente que estamos ante patologías complejas que están generando un importante gasto farmacéutico.
  • Del mismo modo, la cronicidad requiere medidas de apoyo a los pacientes y a sus familias desde una perspectiva socio-sanitaria.
  • Otro factor crucial a tener muy presente es el uso responsable de los recursos sanitarios por parte de los pacientes que, según datos del barómetro sanitario de 2011, el 41,2% de la población española opina piensa que, con frecuencia, se utilizan innecesariamente estos servicios e, incluso, en opinión del29,6&, se da un considerable abuso

Como consideraciones previas finales se analizan tres aspectos esenciales como son el déficit en políticas de salud, la política farmacéutica y la política de investigación y desarrollo, que no reconoce adecuadamente los avances científicos y técnicos que se han logrado a favor de la salud de nuestros ciudadanos. Además de señalar la idea de que en el “ámbito clínico” se debería tener bastante más transparencia, para ganar en eficiencia y gestión como reforzando el trabajo en red y en la evaluación de resultados que lleva a la necesidad de reformar urgentemente la organización y gestión asistencial.

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