..Dr. Fernando Mugarza, director de desarrollo corporativo y comunicación (Fundación IDIS).
El verano nos aporta no solo calor en forma de canícula, sino también horas de insolación en playas, montañas y ciudades. Dos cuestiones están en boca de todos, la necesidad de protegernos de los golpes de calor y los riesgos de la exposición solar, como el melanoma y otras lesiones de la piel.
Es este último entorno en el que me voy a centrar, puesto que el melanoma y sus derivadas afectan a una parte sensible de la población y, dadas sus potenciales consecuencias, es necesario prevenir, diagnosticar a tiempo y tratar adecuadamente. De tiempo atrás proviene el dicho de que más vale prevenir que curar. Debemos poner máxima atención, especialmente las personas con tipos de piel sensibles y predisposición a desarrollar este tipo de lesiones.
La tecnología puede convertirse en un gran aliado en la identificación de alteraciones cutáneas que pueden dar lugar a una lesión maligna
Hoy en día, la tecnología digital puede convertirse en un gran aliado en la identificación de alteraciones cutáneas que pueden dar lugar a una lesión maligna. La monitorización y control de lesiones pigmentarias a través de herramientas y sistemas digitales ya no es algo excepcional, sino que se va imponiendo en la práctica clínica y asistencial. Es un buen ejemplo de cómo la innovación puede ser un gran aliado en la consulta, sumada a la pericia y conocimientos de los facultativos.
Tal y como subrayan la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y su Fundación Piel Sana, “el examen y cribado cutáneo de cada persona por parte de los dermatólogos son medidas estratégicas para detectar el melanoma en una fase temprana y realizar un tratamiento eficaz”.
Numerosos estudios muestran que la mejor manera de facilitar el diagnóstico precoz del melanoma y reducir la morbi-mortalidad por esta causa es la autoexploración. El rastreo de lunares mediante el smartphone permite a una persona sin conocimientos clínicos ni dispositivos especiales localizar y registrar la evolución de cada lunar en su cuerpo a lo largo del tiempo, generando un historial de imágenes que el especialista puede revisar en el momento de un chequeo médico.
Numerosos estudios muestran que la mejor manera de facilitar el diagnóstico precoz del melanoma y reducir la morbi-mortalidad por esta causa es la autoexploración
En nuestro país, se ha puesto en marcha el proyecto Dalem, una iniciativa vanguardista que se sustenta en la colaboración para el desarrollo y aplicación de tecnología espacial a la vigilancia de lesiones cutáneas pigmentadas.
Los algoritmos de navegación espacial, desarrollados en este caso por la compañía española GMV, se aplican ya a la vigilancia de lesiones cutáneas pigmentadas a través del teléfono móvil, lo cual se traduce a priori en cuatro beneficios inmediatos: facilitan el diagnóstico precoz del melanoma y reducen la mortalidad por esta causa, gracias al autoexamen realizado por el paciente con su móvil; cierran la brecha existente entre la labor del dermatólogo en consulta y lo que el paciente necesita para un seguimiento personalizado: una forma segura y automática de discriminar los cambios en su piel antes de la próxima consulta de seguimiento; permiten al paciente rastrear los lunares sin necesidad de contar con conocimientos clínicos ni dispositivos específicos, así como localizar y registrar la evolución de cada uno de ellos en su cuerpo a lo largo del tiempo y finalmente posibilitan al paciente y al dermatólogo observar cuándo surgen nuevas lesiones pigmentadas y el ritmo de cambio de las mismas.