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Las largas jornadas de exposición al sol vieron su fin con la entrada del otoño y, especialmente con el próximo cambio de hora, las horas de luz se van a ver más reducidas a partir de noviembre. En este contexto, no resulta extraño que a algunas personas les resulte algo complicado recibir la dosis diaria de vitamina D que necesitan y que, por tanto, lo complementen con algún suplemento vitamínico. Según los datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que define los niveles óptimos de vitamina D entre 30 y 50 ng/ml, en España habría más del 80% de los individuos mayores de 65 años y un 40% de la población menor de 65 años con concentraciones bajas de esta hormona.
Se estima que en España habría más del 80% de los individuos mayores de 65 años con concentraciones bajas de vitamina D
La vitamina D es una hormona esteroidea que interviene en la absorción intestinal de calcio. Además, es fundamental para la formación y el mantenimiento de huesos sanos y fuertes. Esta vitamina se produce cuando la piel se expone a los rayos UV-B que emite el sol. Sin embargo, también se encuentra de forma natural en muchos alimentos, como en el pescado graso. Esto resalta la importancia de una buena alimentación y ejercicio físico al aire libre, que son clave para mantener unos buenos niveles.
En este sentido, Charo Escobar, responsable del departamento CORE de Unilabs, explica que “es recomendable incluir el análisis de los niveles de Vitamina D en los chequeos anuales. La insuficiencia de esta vitamina se vincula con enfermedades crónicas como cáncer, hipertensión, osteoporosis o enfermedades autoinmunes, entre otras. Por ello, es crucial conocer si hay déficit para introducir suplementos”.
La insuficiencia de esta vitamina se vincula con enfermedades crónicas como cáncer, hipertensión, osteoporosis o enfermedades autoinmunes, entre otras
En esta línea se recomienda a las mujeres embarazadas deficitarias de vitamina D que tomen suplementos, debido al riesgo de que el niño desarrolle raquitismo. Asimismo, en el caso de los niños, existen actualmente leches enriquecidas para suplir el aporte natural de la vitamina, ya que no es poco común que aquellos niños alimentados solo con leche materna tengan niveles bajos de vitamina D.
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