Redacción
En 1978, un grupo de médicos y psicólogos creó la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (Sempyp) con una misión clara: reconectar cuerpo y mente, tendiendo puentes entre la medicina y la psicología. Dos elementos fundamentales a la hora de explicar las enfermedades y el sufrimiento humano. De hecho, la evidencia acumulada indica que la perspectiva psicosomática contribuye significativamente a mejorar los resultados de la atención sanitaria, mediante una práctica clínica holística, la evaluación de los factores psicosociales implicados en la vulnerabilidad individual y la integración de intervenciones psicológicas en medicina. Es una de las principales conclusiones del artículo Contribuciones de la Medicina Psicosomática a la Medicina Clínica y Preventiva publicado en los Anales de Psicología. Así, esta rama de la medicina implica un enfoque bio-psico-socio-espiritual del enfermar de cada paciente, ya que considera que hay que tener en cuenta los factores psicológicos y ambientales que rodean al hombre, no de forma aislada, sino interrelacionados.
La medicina psicosomática supone una concepción más amplia de la enfermedad y la salud, ya que implica un enfoque bio-psico-socio-espiritual del enfermar de cada paciente
Enfoque bio-psico-socio-espiritual
La medicina psicosomática es una orientación terapéutica que defiende que los conceptos biomédicos, psicológicos y sociales son segmentos de una misma actitud clínica. Supone una concepción más amplia de la enfermedad y la salud, abordando de una manera diferente la evaluación y el tratamiento de las patologías. Según el Dr. José Luis Marín, presidente de honor de la Sempyp, “no hay enfermedades, sino enfermos. Todo lo que afecta a la mente encuentra correlato en el cuerpo y todo lo que afecta al cuerpo influye en los fenómenos sociales”.
El antropólogo, psicoanalista y escritor español, Luis Cencillo, la definió así: “La medicina solo puede ser psicosomática; cuando deja de serlo se convierte en veterinaria”. Desde esta perspectiva, las diferentes enfermedades también pueden ser entendidas como expresión del estado afectivo del paciente, de sus conflictos personales no resueltos y sus dificultades para la adaptación social, de su historia traumática. La sociedad advierte de que existen muchos pacientes cuyas manifestaciones de enfermedades no se deben a causas físicas, sino que son reflejo de un sufrimiento psíquico, emocional, depresivo o ansioso, entre otros.
Formación complementaria a la medicina actual
Esta visión pretende completar la medicina actual y humanizar la atención del paciente, abordando de forma terapéutica las emociones y los afectos relacionados con la enfermedad. De hecho, la práctica clínica obliga reiteradamente a hacerse cargo de los conflictos psicológicos de los pacientes. Su desconocimiento puede suponer la cronificación de ciertas enfermedades y la frustración de los profesionales por una mala evolución del paciente que no llegan a comprender.
Los contenidos en humanidades médicas suponen solo el 4% de la carga lectiva de toda la carrera de medicina
Así, la formación en este enfoque integrador es fundamental para mejorar la salud de los pacientes, reducir el sufrimiento y el gasto en tratamientos y pruebas diagnósticas innecesarias; así como, aliviar el síndrome burnout entre los médicos. Sin embargo, en la carreta de medicina los contenidos en humanidades suponen solo un 4% de la carga lectiva. Una cifra que para la Sempyp resulta “prácticamente nula”.
Experto en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud
La Sempyp ofrece cursos formativos con el objetivo de atender la demanda de los médicos en este tipo de competencias. Uno de los cursos que ofrece es el de Experto en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud. Una formación online, avalada por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid y el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y reconocida como título propio por la Universidad San Jorge, como Experto Universitario. “Estos cursos formativos tratan de explicar la psicoterapia breve, un modelo validado en todo el mundo por su intervención eficaz y eficiente”, explican desde la sociedad.
Entre los objetivos de este curso se encuentran modificar la mirada clínica del profesional para favorecer la integración bio-psico-social, entender el lenguaje corporal del paciente para mejorar su evaluación y tratamiento, acercarse a la visión sistémica de las relaciones humanas y comprender la biografía de las enfermedades, definiendo la relación entre el quehacer diario del paciente y sus síntomas. Además, ofrece la posibilidad de incluir elementos de Psicoterapia Breve en la clínica, un modelo validado en todo el mundo por su eficacia y eficiencia. Por último, también pretende explorar las experiencias traumáticas tempranas en el origen de la enfermedad y unir los avances que supone la integración de la teoría del apego en la práctica clínica.
