Redacción
La enfermedad crónica tiene un impacto elevado en las personas mayores, tal y como revela un estudio de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. El documento revela que el 28% de las personas mayores de 65 años con enfermedad crónica viven solas y hasta un 43% de los que se encuentran en esta situación se sienten mal por ello.
El 43% de las personas mayores con enfermedad crónica que están solas sufren por vivir sin compañía
El perfil más vulnerable es el de mujeres mayores de 80 años, con ingresos y nivel de estudios bajos, con pluripatología y con barreras de comunicación con sus profesionales sanitarios, lo que limita su autocuidado. Estas pacientes, asisten a menos consultas médicas y les resulta muy complicado acceder a recursos asistenciales. Además, reciben menos ayuda de su entorno familiar y profesional pese a necesitarla.
Casi el 30% de los mayores con enfermedad crónica que necesitan asistencia en sus cuidados no reciben ayuda alguna. Salir a la calle, hacer la comida y tareas del hogar como la limpieza, lavar y planchar son las tareas para las que requieren asistencia con mayor frecuencia.
El perfil más vulnerable es el de mujeres mayores de 80 años, con ingresos y nivel de estudios bajos y pluripatologías
El estudio ha analizado las consecuencias de la enfermedad crónica en las personas mayores para identificar el estado de la atención sanitaria y social que reciben. Pero también para conocer el impacto emocional que genera la enfermedad crónica y proponer mejoras. “Necesitamos procesos asistenciales más proactivos y flexibles, que tengan en cuenta situaciones como la soledad, la edad avanzada o la situación socioeconómica“, ha reflexionado Carina Escobar, presidenta de la POP.
Perciben que la atención sanitaria ha empeorado
Los mayores valoran la atención sanitaria que han recibido en el último año con un 6,65. Pero perciben que ha empeorado a raíz de la pandemia. Los recursos asistenciales que más utilizan son la teleasistencia (23%), seguida de los centros de día (17%) y ayudas domiciliarias (16%). Algo más lejos quedan las tarjetas de aparcamiento por movilidad reducida (12%) y las ayudas económicas (7%). De la existencia de la mayoría de estos recursos se han informado los propios usuarios, por lo que el informe destaca que la información de instituciones y de profesionales sanitarios y sociales “es insuficiente y llega con dificultad a sus destinatarios”.
Los mayores valoran la atención sanitaria que han recibido en el último año con un 6,65. Pero perciben que ha empeorado a raíz de la pandemia
Cómo les afecta la enfermedad crónica en el ánimo
Seis de cada diez mayores tiene pensamientos y emociones negativas de forma ocasional por su enfermedad y el 28% dice tenerlos con frecuencia. Casi la mitad de estos mayores (47%) se relaciona menos o mucho menos que antes debido a su estado de salud. Una situación que refuerza el malestar psicológico, que afecta sobre todo a mujeres mayores de 80 años.
Tampoco pueden acceder fácilmente a servicios sanitarios de salud mental. Solo el 8% están siendo tratados actualmente, cifra que queda lejos del 35% de personas que sienten malestar psicológico con frecuencia. “Es urgente dar respuesta a las necesidades de atención psicológica de las personas mayores, habida cuenta de la abundante necesidad, demanda y sobre todo muy elevada prevalencia del malestar emocional” afirma Carina Escobar.
Casi la mitad de estos mayores (47%) se relaciona menos o mucho menos que antes debido a su estado de salud
Dificultades económicas
Las dificultades económicas es otro de los problemas que atraviesa a la población de personas mayores. El 44% de los mayores encuestados para el estudio afirma que tiene algún tipo de dificultad económica para llegar a fin de mes. Les cuesta hacer frente a los gastos relacionados con las necesidades básicas, como son la vivienda, los suministros y las compras de alimentación. También con los costes derivados de la fisioterapia y rehabilitación.
Esta situación se agrava en el grupo de personas mayores de 80 años y en el caso de aquellos con estudios de nivel bajo. “Es necesario informar a los pacientes y sus cuidadores sobre los recursos sociales y sociosanitarios a los que pueden acceder”, apunta la POP, que añade que “debemos avanzar en atender necesidades sociales y económicas que afectan a la salud de las personas mayores”.
El 44% de los mayores con enfermedad crónica afirma que tiene algún tipo de dificultad económica para llegar a fin de mes
Nueve propuestas
El estudio de la POP ha presentado una serie de recomendaciones y propuestas de mejoras sociosanitarias para las personas mayores con enfermedades crónicas. Piden que se impulsen “las reformas necesarias” para garantizar la atención centrada especialmente en estas personas mayores y se les ofrezca una atención bio-psicosocial, teniendo en cuentan su estado clínico, la soledad, la edad y si tiene o no cuidadores o familares.
Recomiendan “flexibilizar” la atención a estas personas con servicios presenciales, telemáticos y domiciliarios según las necesidades de cada paciente y mejorar la información sobre recursos sociales y sociosanitarios disponibles. Además, piden que se asegure el derecho a disponer de una vivienda, alimentación, servicios de luz y climatización, ya que son condiciones “que afectan a la salud de las personas”.
El informe de la POP recomienda “flexibilizar” la atención a los mayores mediante servicios presenciales, telemáticos y domiciliarios
Creen que es necesario fomentar la formación de los profesionales sanitarios y sociosanitarios en comunicación e información, universalizar la atención psicológica a las personas mayores y mejorar la integración de los sistemas de información sanitario y social. De esta forma cada persona mayor tendría una historia clínica integrada con información sanitaria y social. La incorporación de la perspectiva de género en el acceso a los recursos sanitarios y sociales, es otra de las recomendaciones de la POP.
