La SEEN reivindica la importancia del diagnóstico precoz de la disfagia por su elevada prevalencia y su repercusión en la salud

Entre el 10 y 30% de los mayores de 65 años presenta algún tipo de dificultad en su deglución

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Redacción
Con motivo del Día Mundial de la Disfagia, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha reivindicado la importancia del diagnostico precoz de esta enfermedad por su elevada prevalencia y su repercusión en la salud, especialmente en las personas ancianas. en concreto, entre el 10 y 30% de los mayores de 65 años presenta algún tipo de dificultad en su deglución.

La prevalencia de la disfagia se sitúa aproximadamente en el 3% de la población general sin diferencias entre sexos. En relación a la población anciana institucionalizada, afecta a un 68%, y en los hospitales, el 34,2% de los pacientes ingresados por neumonía padecen esta patología.

La prevalencia de la disfagia se sitúa aproximadamente en el 3% de la población general sin diferencias entre sexos

La Dra. María Riestra, miembro del Área de Nutrición de la SEEN, indica que existen muchas patologías que pueden causar disfagia, aunque las más frecuentes son las neurológicas y las oncológicas. “La mitad de las personas que ha sufrido un ictus sufrirá disfagia. Algunos problemas neurológicos, como la demencia, la enfermedad de Parkinson o las enfermedades neurodegenerativas pueden desencadenar también problemas de disfagia. Los tumores de la región de la cabeza o el cuello suelen provocarla en algún momento, así como los tumores del esófago, no solo por el propio tumor sino también por algunos tratamientos como la radioterapia”, explica la Dra. Riestra.

La edad es otro factor que contribuye a padecer esta enfermedad porque cuando se envejece la producción de saliva disminuye, existe ausencia de dientes y la masa muscular se reduce, favoreciendo que las personas desarrollen problemas para tragar.

La doctora destaca que existen cuestionarios validados y sencillos para detectar la disfagia, como el EAT-10, compuesto por 10 preguntas fáciles. Tras este cribado se realizan otras exploraciones, según criterio médico, que facilitarán determinar la causa y la severidad de la disfagia. Los síntomas se perciben cuando la persona siente dificultad para pasar los alimentos, que puede ir acompañada de una sensación de ahogo o tos al tragar.

El EAT-10 es un cuestionario, compuesto de 10 preguntas, validado y sencillo para detectar la disfagia 

“Si el problema está en el esófago, normalmente aparece regurgitación o dolor retroesternal después de tragar. En el caso de que la deglución no sea segura porque el paciente tose al comer o se atraganta, existe un riesgo importante de broncoaspiración”, sostiene la endocrinóloga. Asimismo, la preocupación de los pacientes y sus cuidadores ante un posible atragantamiento puede generar rechazo a la alimentación. Esto conlleva pérdida de peso, debilidad, así como desnutrición y deshidratación.

El endocrinólogo, esencial en el diagnóstico y tratamiento de la disfagia
El endocrinólogo desempeña un papel fundamental en el manejo de los pacientes con disfagia. Para evitar las posibles infecciones respiratorias, así como desnutrición y deshidratación, es fundamental detectar y tratar adecuadamente la disfagia. “El especialista en endocrinología y nutrición forma parte de un equipo multidisciplinar, junto con rehabilitación, otorrinolaringología, dietistas, enfermería, logopedas, entre otros, que se encargan del diagnóstico y del diseño del tratamiento del paciente”, asevera la Dra. Riestra. Asimismo, añade que “el endocrinólogo ejerce un papel fundamental en conseguir un óptimo estado nutricional y de hidratación.

El endocrinólogo ejerce un papel fundamental en conseguir un óptimo estado nutricional y de hidratación

Posibilidades de curación
La endocrinóloga insiste en que existe “un largo camino para sensibilizar a todos los profesionales, los pacientes y los cuidadores en esta materia”. Por ello, remarca la importancia de crear Unidades Multidisciplinares en los centros sanitarios. Además, destaca la necesidad de formar a los profesionales de la salud en su detección y manejo temprano.

En relación a las posibilidades de curación, la endocrinóloga especifica que “la disfagia, en ocasiones, se produce como consecuencia de una enfermedad crónica que no va a desaparecer. Sin embargo, será posible, en muchas ocasiones, realizar rehabilitación y mejorar la capacidad del paciente para tragar. En los equipos multidisciplinares existen logopedas que se encargan de esta función. La disfagia a veces se produce tras el tratamiento de un tumor curable en esa zona, y ésta se soluciona una vez resuelto el problema inicial”.

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