Redacción
El Comité de Bioética Asistencial del Grupo Amavir celebró el pasado 15 de diciembre su III Jornada de Bioética bajo el título Cuidamos la vida, cuidamos los valores. Una visión ética de la atención sociosanitaria. En este contexto, el Dr. Diego Gracia Guillén, médico, escritor y filósofo, que además es uno de los grandes expertos españoles en bioética, atendió a iSanidad para abordar diferentes aspectos destacados relativos a la ética y la formación de los profesionales. El Dr. Gracia Guillén ha contribuido a la ética médica, desarrollando el concepto de deliberación, y destacó que en la ética no todo es conocimiento y las habilidades son fundamentales. Por otro lado, aseguró que “con la Ley de Eutanasia se hace más necesaria la formación ética de los profesionales”.
¿Cómo influye la ética en la calidad asistencial?
La palabra calidad viene del latín qualitas, que tiene que ver con los valores. Es decir, algo tiene calidad cuando tiene valor, que es lo que da calidad a las cosas. La ética lo que intenta es educar y promocionar la gestión adecuada de los valores en la toma de decisiones. Por ello, resulta fundamental para la calidad asistencial. El libro En busca de la excelencia trata de enseñar cómo se debe proceder para actuar excelentemente. La teoría de la excelencia es la teoría de la antigua virtud, de cómo conseguir que uno sea un médico virtuoso, que haga muy bien las cosas. El objetivo de la ética es gestionar bien los valores para aumentar la calidad y que la gente llegue a la excelencia.
“El objetivo de la ética es gestionar bien los valores para aumentar la calidad y que la gente llegue a la excelencia”
¿Qué recomendaciones le daría a un profesional sanitario al que se le plantea un conflicto de valores?
Mi recomendación es que aprenda a resolver correctamente los conflictos de valores. Sin embargo, es muy probable que esto no se lo hayan enseñado cuando sale de la carrera. Actualmente existen modos de aprendizaje que no consisten solo en leerse un libro, sino en adquirir una práctica. No solo es un problema de conocimiento, es un problema de habilidades y de actitudes. Esta educación es más lenta y distinta porque solamente se consigue en la práctica. Esto sucede en la carrera de medicina, uno estudia durante seis años la teoría, pero no es médico si no hace los años de residencia donde le enseñan la práctica.
¿Hace más falta formación en valores éticos?
Sí, siempre hace más falta, sobre todo, cómo gestionar los valores y cómo educar a las personas para que sepan gestionar adecuadamente las decisiones de valor que tienen que tomar. Esta es la educación que no está en los planes de estudio y que hay que promocionar en actos de formación continuada como las Jornadas de Bioética, organizadas por Amavir, que son muy frecuentes en el mundo sociosanitario y pueden suplir lo que antes no se ha estudiado.
“Siempre hace más falta, sobre todo, cómo gestionar los valores y cómo educar a las personas para que sepan gestionar adecuadamente las decisiones de valor que tienen que tomar”
¿Cómo deben educarse en valores los profesionales sanitarios?
Exactamente igual que los no médicos. Toda decisión que toma el ser humano es una decisión de valor. El valor que entendemos todos es el valor económico y los padres educan a los niños en la gestión del dinero de manera prudente. Eso hay que hacerlo no solo con el valor económico, sino con todos los demás valores. Hay que educar y, en este sentido, en la carrera se hace algo, pero muy poco. Cuando los profesionales se ponen a trabajar es cuando se dan cuenta de lo que les falta, por eso acuden a estos actos. La formación continuada es un método fundamental para cuestiones como esta porque los problemas y los conflictos en la toma de decisiones a los profesionales se les plantea en la práctica.
“La formación continuada es un método fundamental para cuestiones como esta porque los problemas y los conflictos en la toma de decisiones a los profesionales se les plantea en la práctica”
¿En qué ámbitos cree que debe reforzarse el papel de la bioética?
La bioética es una disciplina muy moderna, tiene ahora 50 años y se ha ido introduciendo poco a poco. Actualmente, ya está introducida en todas las facultades de medicina de todo el mundo, pero se ha introducido como un conjunto de saberes teóricos. Esto no es suficiente, también requiere unas habilidades que no se aprenden más que en la práctica. Un libro te da unos objetivos de conocimiento, pero los objetivos de habilidades tienes que aprenderlos en la práctica. Un ejemplo sería aprender a conducir. Para ello, hay que estudiarse el código de la circulación, pero no es suficiente, un profesor te tiene que enseñar a tu lado en el coche durante horas. El aprendizaje de habilidades se hace así.
En ética no todo es conocimiento, las habilidades son fundamentales. Por ejemplo, el tema de los valores, el conflicto de valores, el miedo, cómo nos traiciona la angustia muchas veces y aprender a tomar decisiones prudentes que es nuestra obligación.
“Un libro te da unos objetivos de conocimiento, pero los objetivos de habilidades tienes que aprenderlos en la práctica. En ética no todo es conocimiento, las habilidades son fundamentales”
¿De qué forma puede impactar la Ley de la Eutanasia en la ética de cada profesional?
La Ley de la Eutanasia, como todas las leyes, no dice lo que hay que hacer, sino lo que no hay que hacer. De hecho, en esta ley la figura fundamental es el médico responsable, que tiene que evaluar la situación y tomar una decisión. El gran tema es la educación del médico responsable y eso no te lo dice la ley. La ley establece límites, lo que no puedes hacer, pero no te dice como se hacen las cosas bien. Con la Ley de Eutanasia se hace más necesaria la formación ética de los profesionales.
Hace tres meses estuve en el congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) que fue en Palma de Mallorca, donde la Ley de Eutanasia fue el gran tema. Yo dije que no veo el miedo, si se saben hacer las cosas bien la ley no se mete en eso. La obligación es coger el curso óptimo, pero la ley nunca te va a decir cuál es, lo tiene que decidir el médico responsable. Es una carga para el profesional sanitario sobre todo si no estás bien formado, porque vas a estar lleno de angustia y no sabes que tienes que decidir. En cambio, si sabes manejar estas cuestiones la carga es mucho menor para el profesional.
