Redacción
El cerebro representa menos del 2% del total del peso corporal, sin embargo, recibe cerca del 20% del volumen total de nuestra sangre, que llega a su interior gracias a una red de arterias cerebrales. Si la pared de una arteria cerebral se debilita, la presión sanguínea puede hacer que poco a poco esta se hinche en algún punto y forme un aneurisma cerebral. Se trata una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato para detener la hemorragia y evitar el daño cerebral.
El aneurisma cerebral es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato para detener la hemorragia y evitar el daño cerebral
“Su consecuencia más grave es su ruptura, que puede provocar un cuadro de extrema gravedad, o incluso la muerte. Todos los pacientes con aneurismas rotos, cuando llegan al hospital, han de ser tratados de forma urgente, para excluir o “cerrar” el aneurisma“, señala el Dr. Aurelio Vega Astudillo, neurorradiólogo intervencionista del Hospital Ruber Internacional.
Gracias a los avances en las técnicas de neurorradiología intervencionista, hoy en día es posible realizar un tratamiento endovascular o de “embolización” de la mayoría de los casos de aneurismas cerebrales. Un procedimiento mínimamente invasivo que aprovecha la red de arterias para llegar a la ubicación del aneurisma y cerrarlo sin la necesidad de abrir el cráneo (cirugía abierta).
“Introducimos un tubo muy fino y flexible de plástico (catéter) en una arteria de la ingle y, guiados por imágenes de rayos x, lo vamos conduciendo dentro de los vasos sanguíneos del cuello y la cabeza, hasta alcanzar la arteria cerebral de la que sale el aneurisma“, explica el Dr. José Carlos Méndez Cendón, neurorradiólogo intervencionista de dicho centro.
La embolización es un procedimiento mínimamente invasivo que aprovecha la red de arterias para llegar a la ubicación del aneurisma y cerrarlo sin la necesidad de abrir el cráneo
Una vez se ha llegado “desde dentro” al aneurisma, el neuroradiólogo cuenta con diferentes técnicas avanzadas y dispositivos para intentar limitar el flujo sanguíneo del aneurisma y lograr su cierre estable. “Cuidadosamente colocamos un microcateter en el cuello del aneurismay por su interior introducimos unas pequeñas espirales metálicas hasta ocupar tolo el volumen posible del aneurisma, de forma que no le pueda entrar sangre, eliminando así el riesgo de ruptura y sangrado”, señalan los especialistas.
Dependiendo del tamaño, ubicación y forma del aneurisma, en ocasiones puede ser necesario emplear materiales adicionales a los espirales, como microcatéteres con un pequeño globo en su punta o stents que ayudan a colocar los coils dentro del aneurisma.
El trenzado de la malla de algunos modelos recientes de stent es muy tupido y pueden llegar a cerrar el aneurisma sin la necesidad de introducir coils, son los llamados stents diversores de flujo. “El entramado de malla del stent diversor modifica el flujo sanguíneo dentro del saco aneurismático, lo que ocasiona una reducción del flujo sanguíneo y causa la consiguiente trombosis dentro del aneurisma, mientras se preserva el flujo fisiológico en la arteria y las ramas adyacentes. Estos dispositivos nos permiten tratar la enfermedad de la pared arterial y no su síntoma“, precisa el Dr. Méndez Cendón.
Los stent diversores de flujo pueden ser especialmente útiles en aneurismas grandes que no pueden tratarse con otras opciones de manera segura
La desviación detiene el movimiento de la sangre dentro del aneurisma y favorece que cicatrice el sitio, lo que promueve la reconstrucción de la arteria principal. Los stent diversores de flujo pueden ser especialmente útiles en aneurismas grandes que no pueden tratarse con otras opciones de manera segura. Según un estudio publicado en la revista Neurosurgery, mediante el tratamiento con diversores de flujo se logran mayores tasas de oclusión completa y estabilidad de los aneurismas cerebrales.
Recientemente, los Dres, Jose Carlos Méndez y Aurelio Vega realizaron en el Hospital Ruber Internacional el primer tratamiento de aneurisma cerebral complejo mediante la implantación de un stent diversor de flujo guiado por el equipo de angiografía biplano de última generación Philips Azurion 7 B20/15, el equipo más moderno de estas características instalado en España.
“La tecnología del equipo nos permite realizar tratamientos mínimamente invasivos de la forma más eficaz y segura, ya que se utiliza monitorización en tiempo real de la anatomía cerebral en dos planos del espacio simultáneos, y además de forma tridimensional (3D) y cuatridimensional (4D)”, señala el Dr. Vega Astudillo.
Según un estudio, la embolización produce mejores resultados en términos de supervivencia y dependencia, así como menores secuelas neurológicas
En la mayoría de los casos, la embolización endovascular es un procedimiento efectivo con buenos resultados. “Luego de una embolización, habitualmente el paciente puede irse de alta a las 48 horas de la intervención, y realizar su vida normal. Algunos pacientes en los que se implanta un stent deben tomar fármacos antiagregantes”.
Así, la rapidez de la recuperación depende de la salud general del paciente, de la gravedad del aneurisma y del posible daño cerebral que haya ocurrido a raíz del sangrado antes, durante o después de la cirugía. “Existen múltiples series de pacientes que demuestran que los resultados de la embolización de los aneurismas son equiparables a los obtenidos con cirugía abierta”, apuntan.
Un estudio internacional publicado en la prestigiosa revista científica Lancet , concluyó que la embolización produce mejores resultados en términos de supervivencia y dependencia, así como menores secuelas neurológicas para los pacientes.