“El cambio en la dieta parece ser el factor clave que condiciona la evolución del microbioma oral”

Dra. Vanessa Blanc y Dr. Rubén León, investigadores de Dentaid Research Center

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Redacción
El cambio en la dieta de los humanos parece ser el “factor clave” que condiciona la evolución del microbioma oral a lo largo del tiempo. Así lo explican en una entrevista con iSanidad el Dr. Rubén León y la Dra. Vanessa Blanc, investigadores de Dentaid Research Center. Además, señalan que el estado nutricional de las personas influye sobre los dientes tanto en la etapa pre-eruptiva como en la post-eruptiva.

¿Cómo ha cambiado el microbioma oral a lo largo de la historia y qué factores han influido en ese cambio?
Diferentes factores pueden influir en el establecimiento y la evolución del microbioma bucal. Por ejemplo, la edad, el estado fisiológico de la persona (embarazo, inmunodepresión, etc.), la dieta, el tabaco, las condiciones ambientales… A lo largo de la historia, el hombre ha ido adoptando diferentes formas de vida, desde los cazadores-recolectores (nómadas), pasando por pequeñas comunidades de forrajeros y por el establecimiento de grupos agrícolas más complejos, que desarrollaron sistemas de crianza y pastoreo, hasta las etapas de industrialización más actuales.

Esta sucesión de formas de vida de los humanos se ha acompañado de un notable cambio en la dieta. Y éste parece ser el factor clave que condiciona la evolución del microbioma oral a lo largo del tiempo. Es bien sabido que la introducción en la dieta de carbohidratos y, especialmente, de los azúcares refinados, conllevó un aumento de la caries dental, es decir, un aumento de la microbiota asociada a esta patología. Y no solo eso, sino que una mayor presencia de estos carbohidratos favorece la formación de placa dental, tanto supragingival, como del biofilm que crece en el margen y bajo las encías y que está colonizado por bacterias proinflamatorias asociadas a enfermedades periodontales.

“Una mayor presencia de azúcares refinados favorece la formación de placa dental, tanto supragingival, como del biofilm que crece en el margen y bajo las encías”

¿Cómo influye la dieta en el estado de salud bucal de las poblaciones?
El estado nutricional de las personas influye sobre los dientes tanto en la etapa pre-eruptiva como en la post-eruptiva. Sin embargo, se dice que la dieta influye mucho más sobre ellos en la etapa post-eruptiva. A continuación, describimos ejemplos de condiciones y patologías dentales determinadas por la dieta y la alimentación.

Hipoplasia del esmalte. Deficiencias de vitamina D, vitamina A y la desnutrición proteico-energética se han asociado a esta patología. También una disminución de la producción de saliva, causada por atrofia de las glándulas salivales puede incentivar esta condición. Específicamente, la falta de saliva conlleva una disminución del cuidado de los tejidos bucales, puesto que disminuye el efecto tampón de la misma y faltan las proteínas que ayudan a la mineralización del esmalte y/o las proteínas que poseen funciones antimicrobianas.

Caries. Desde hace tiempo sabemos que los azúcares, especialmente aquellos conocidos como azúcares refinados, son el principal factor dietario causante de la caries dental. Algunos estudios señalan que en países en donde se ingieren más de 44 kg de azúcar refinado por persona al año la población presenta porcentajes de caries significativamente superiores a aquellos países con consumos cercanos a los 20 kg de azúcar por persona al año.

“La hipoplasia del esmalte, la caries, la erosión y la periodontitis son ejemplos de condiciones y patologías dentales determinadas por la dieta y la alimentación”

Erosión. Esta degradación del esmalte y de la dentina, se ha asociado a un alto consumo de ácidos como, por ejemplo: el ácido cítrico, el ácido fosfórico, el ácido ascórbico, el ácido málico, el ácido tartárico y los ácidos carbónicos que se encuentran en frutas y zumos, refrescos, tanto carbonatados como sin gas, algunos tés de hierbas, vinos secos y alimentos que contienen vinagre. Éstos pueden llevar a desbalancear el pH salival y promover la erosión dental; especialmente cuando existe disminución del flujo salival.

Periodontitis. Existe poca información que relacione la dieta con la enfermedad periodontal. Sin embargo, algunos antecedentes señalan que en poblaciones mal nutridas esta patología progresa más rápidamente. Esto puede agravarse si el sistema inmune no cuenta con las herramientas suficientes para mantener controlada a la microbiota patógena. Por otra parte, desde el punto de vista de la salud general, los estudios señalan que la falta de salud dental impide el logro de los objetivos dietéticos relacionados con el consumo de frutas, verduras y polisacáridos no amiláceos. De esta manera, la pérdida de dientes también se ha asociado con la disminución de la calidad nutricional, la pérdida del disfrute de la comida y la confianza para socializar.

Recientemente, un grupo de científicos italianos ha analizado el sarro de dientes con miles de años de antigüedad. ¿Qué información se puede obtener del análisis de las bacterias orales fosilizadas?
El cálculo dental fosilizado se ha intentado utilizar como una herramienta informativa para comprender la dieta y tener información del ambiente y de la salud de los hombres antiguos. A través del análisis por microscopía se pueden identificar partículas en el cálculo dental que provienen de los alimentos que ellos consumían. Así, se han podido recuperar restos de pelo, granos de polen y una amplia gama de tejidos vegetales y animales.

“El cálculo dental fosilizado se ha intentado utilizar como una herramienta informativa para comprender la dieta y tener información del ambiente y de la salud de los hombres antiguos”

En los últimos años, mediante el estudio del ADN antiguo y utilizando diferentes herramientas moleculares, se está intentando construir un mapa de la microbiota bucal de los individuos que vivían en diferentes períodos de nuestra historia. Debemos tener en cuenta que estamos hablando de miles o millones de años atrás. Se considera que el Paleolítico comenzó, aproximadamente, en el año 2.800.000 AC y el Neolítico en el año 8.000 AC.

Ciertos autores señalan que, en las poblaciones más antiguas, por ejemplo, en los cazadores recolectores, el cálculo dental es poco frecuente y aparece en menor cantidad que en las poblaciones posteriores, más asociadas a la agricultura o post-agrícolas. Se piensa que estas prácticas podrían condicionar una microbiota oral diferencial en muestras de cálculo dental entre diferentes etapas de la historia de la humanidad, aunque no todos los autores están de acuerdo con esta hipótesis, lo cual nos lleva a declarar que más investigación a este respecto se hace necesaria para dilucidar el verdadero impacto de las formas de vida de la humanidad sobre el biofilm oral.

“En los últimos años se está intentando construir un mapa de la microbiota bucal de los individuos que vivían en diferentes períodos de nuestra historia”

Además, existe un aspecto que hay que tener en cuenta y que normalmente no se menciona en los artículos analizados; y es la edad que podrían tener los individuos al morir. Sabemos que la esperanza de vida ha ido aumentando en la medida que se ha incrementado la complejidad de las poblaciones. En consecuencia, las poblaciones del Neolítico, con mayor esperanza de vida, es esperable que hubieran acumulado más cálculo dental.

Según este estudio, la virulencia de las bacterias orales ha aumentado con el paso del tiempo, así como su motilidad y capacidad de evasión del sistema inmune. ¿Por qué se ha producido este fenómeno?
No exactamente. Este estudio no concluye que las bacterias orales hayan experimentado un incremento de virulencia, es decir, los géneros o especies bacterianas no han incrementado sus determinantes genéticos de virulencia, según los resultados de este estudio, sino que identifica bacterias portadoras de factores de virulencia, tales como la movilidad, la evasión de la respuesta inmune, o la codificación de endotoxinas en su genoma, en mayor abundancia en las muestras más recientes, es decir, del Neolítico. Son géneros y especies bacterianas que están en menor medida representadas en las muestras más antiguas. Esta diferencia en la abundancia de patógenos orales a lo largo del tiempo podría tener la misma explicación dada en la anterior cuestión.

“Las bacterias orales más virulentas o patógenas aparecen en el biofilm oral, y posteriormente en el cálculo dental, a medida que los individuos envejecen”

Las bacterias orales más virulentas o patógenas aparecen en el biofilm oral, y posteriormente en el cálculo dental, a medida que los individuos envejecen; son las que colonizan los dientes más tarde. Esta microbiota más madura, por sus factores de virulencia antes mencionados, es la que desencadena la gingivitis y la periodontitis. La población del Neolítico aprendió a cultivar las tierras y se asentaron. Eso alargó su esperanza de vida y, por tanto, también permitió la maduración de su microbioma oral, hasta incluir verdaderos patógenos de colonización tardía. La esperanza de vida en el Paleolítico estaba alrededor de los 20 años, de ahí que la abundancia de bacterias patógenas sea menor.

 

“La microbiota oral varía en función de la fisiología y la edad. El adulto presenta un microbioma con presencia de patógenos orales cuyas cargas deben ser controladas para evitar la aparición de enfermedades periodontales”

¿Qué líneas de investigación se llevan a cabo desde el Dentaid Research Center en las áreas de microbiología oral y biología molecular?
En el Dentaid Research Center estudiamos la composición y el comportamiento de la microbiota oral en diferentes situaciones de salud y enfermedad de las personas. Hemos observado que la microbiota oral varía en función de la fisiología y la edad. Por ejemplo, las mujeres embarazadas sufren cambios fisiológicos importantes que condicionan su microbioma oral. Las bacterias que conforman el biofilm oral son diferentes en neonatos que en niños o adolescentes. Etapas, estas últimas, en las que la microbiota asociada a caries suele ser más abundante. El adulto presenta un microbioma con presencia de patógenos orales cuyas cargas deben ser controladas para evitar la aparición de enfermedades periodontales.

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