El “precio” de un día de huelga

Bien harían los miembros de los distintos comités de huelga en desacreditar a quien se aprovecha de ellos porque les roba legitimidad

Huelga medicos

RSCLuis de Haro. Director general de iSanidad
El precio de un día de huelga, según la legislación, viene a ser 1,4 días de salario. No solo es el día que no se trabaja, se tienen en cuentas las vacaciones y las pagas extras. Por tanto, la huelga sí hace mella en el salario del profesional. De ahí que incluso muchos profesionales están deseando que les toque ser “servicios mínimos” porque están de huelga, pero el “precio” lo pagan otros.

Sin embargo, el problema de un día de huelga no es solo el precio que se paga, el salario que deja de cobrarse. Cada día de huelga en atención primaria es un día de fracaso para todos. Médicos, administraciones y sociedad están sufriendo la huelga de atención primaria, es una cuestión que “marca” a todos.

El problema de un día de huelga no es solo el precio, cada día de huelga en atención primaria es un día de fracaso para todos

La oposición política es quién más interés tiene en que las huelgas existan y se prolonguen. Los que hacen la huelga, médicos en este caso, pagan el precio con el salario y la exposición mediática. Los miembros de la oposición se aprovechan de este trabajo. Bien harían los miembros de los distintos comités de huelga en desacreditar a quien se aprovecha de ellos porque les roba legitimidad. Las reivindicaciones de atención primaria son profesionales, no son políticas. En este caso es bueno que se apoyen en los profesionales, no en los políticos de la oposición.

Para las reivindicaciones de atención primaria es bueno que se apoyen en los profesionales, no en los políticos de la oposición

La atención primara está tocada en toda España. Las reivindicaciones son justas en Madrid, en Andalucía, en Navarra, en Valencia, en Cataluña, en Galicia, en País Vasco y en Aragón. Los problemas de las agendas, de la falta de motivación, de los salarios, del estrés o del burnout son reales. Hay que agradecer a quien “reclama” para todos.

Pero no solo es bueno saber lo que se reivindica, también hay que elegir quién te va a apoyar. Algunos viajes se pierden por los compañeros que te acompañan, por muy justos que sean.

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