Anuario iSanidad 2022
Juan Lerma, director del Centro Internacional de Neurociencia Cajal (CINC-CSIC)
Tras estos últimos años en los que hemos sufrido con la pandemia generada por el SARS-CoV-2, la amenaza del cada vez más profundo cambio climático, una guerra desgarradora a las puertas de Europa y varias cosas más que mejor no mencionar, quiero empezar 2023 creyendo que iremos retornando a la normalidad; una normalidad alterada a la que deberemos adaptarnos. En lo particular, vislumbramos una serie de acontecimientos en el año 2023 que vale la pena reseñar.
En primer lugar, este año forma parte del “Año de Investigación Ramón y Cajal”, declarado por el Gobierno Español para conmemorar la personalidad científica más importante de la historia de España. En este año, se realizarán múltiples actividades en las que no solo se homenajeará la figura de Cajal y sus descubrimientos, sino también el impacto que la investigación neurocientífica está teniendo y aun tendrá en la sociedad. Es evidente que el conocimiento íntimo del cerebro, en palabras del propio Cajal, “permitirá averiguar el cauce material del pensamiento y de la voluntad”. Fomentar esta tarea es un deber de todos porque nos jugamos, en muchos aspectos, el futuro de una sociedad más sana, capaz y feliz.
A propósito de esto, el buen funcionamiento del cerebro, ese órgano tan complejo que “tenemos entre las orejas”, en palabras del presidente Obama, es esencial para la salud, el bienestar, la productividad, la creatividad y la participación en la sociedad a lo largo de toda la vida. El cerebro es el centro de mando de la salud mental y las funciones neurológicas. De ahí que, desde diversas instituciones, entre ellas el European Brain Council, se esté defendiendo el concepto de “salud cerebral” sobre otros más restrictivos, como el de “salud mental”, que tan presente está en nuestros días, porque no hay salud mental sin un cerebro sano.
Es necesario seguir investigando para establecer medidas de seguimiento y valoración de la salud cerebral a lo largo de la vida
Es evidente que hemos de mantener una buena salud cerebral, puesto que ésta es necesaria para la correcta regulación de los estados emocionales, la eficacia de las operaciones cognitivas, la elección de respuestas conductuales y sensoriomotoras adecuadas y la buena regulación autonómica de las funciones corporales. Sin duda, el mantenimiento de la salud cerebral a lo largo de la vida puede prevenir gran número de trastornos neurológicos y mentales, mejorando el bienestar general de las personas.
En un reciente editorial, la revista Lancet Neurology comentaba el posicionamiento de la OMS en torno al concepto de “salud cerebral”. El documento de la OMS reconoce prudentemente que la salud cerebral es “un concepto en evolución” y que, por tanto, es necesario seguir investigando para establecer medidas de seguimiento y valoración de la salud cerebral a lo largo de la vida. El editorial también añade que sólo con un aumento sustancial de la financiación de las neurociencias podrá hacerse operativa la visión holística de la OMS sobre la salud cerebral. Obviamente, la neurociencia ofrece la vía más prometedora para comprender la mejor manera de proteger y restaurar la salud cerebral. Con esta visión, el Centro Internacional de Neurociencia Cajal (CINC- CSIC) pretende empezar su andadura, con su inauguración oficial también en 2023.
Otro hecho que se va a dar en nuestro país este Año de Investigación Ramón y Cajal es la celebración del Congreso Mundial de IBRO (International Brain Research Organization), que tendrá lugar en la ciudad de Granada en septiembre. Como presidente del comité organizador, me alegra decir que esperamos a más de 4.000 neurocientíficos de todo el mundo, lo que redundará en un mayor conocimiento internacional de la neurociencia española, de Granada y de España y su cultura. No me cabe duda de que, durante estos días de septiembre, miles de científicos discutirán y analizarán muchos de los aspectos que conciernen a la salud cerebral en aras del bienestar de la humanidad; bienestar que, en definitiva, es el objetivo final de la ciencia y el conocimiento. Buen año para todos.